Abel Crespo y Mónica Escudero son los padres de Agustín Crespo, fallecido en agosto pasado tras un largo proceso de adicciones, por cuya “restricción de la capacidad” –una figura que hubiera permitido internarlo por la fuerza-, la justicia hizo oídos sordos. Acusan al juez por mal desempeño de sus funciones.
Descarnada, sincera, real y preanunciante del peor final, es la carta que Abel Crespo le escribió a un juez de General Pico, tratando de impedir que a su hijo Agustín la droga lo llevara a la muerte. Ayer su hijo le puso fin a su vida, papá Abel descargó su dolor y bronca responsabilizando al juez Moiraghi. Así lo hizo saber Abel en su red social: “He perdido un hijo! Pedi ayuda! El juez sustituto Moriraghi, la denegó!”¿El suicidio de Agustín era evitable y la Justicia no hizo nada a tiempo?