Cada uno como pudo fue haciendo su camino y viviendo diferentes experiencias pero nunca abandonaron el pensamiento, recuerdo y la búsqueda del uno por el otro. Pasó más de medio siglo hasta que hace apenas unas semanas una llamada cambiaría para siempre la vida de ambos.

Luis recibió la noticia que un hermano suyo había viajado a Misiones y establecido contacto con los familiares con los que se crió y un amigo a los que nunca dejó de tratar.

Horacio y Luis se vieron las caras luego de casi 60 años a través de una videollamada que se concretó poco antes de la Navidad, allí entre lágrimas y con la voz entrecortada se contaron algunas anécdotas e intercambiaron principalmente sus recuerdos de niños con la promesa de encontrarse pronto.

El sábado finalmente sucedió. Los hermanos pudieron abrazarse y prometerse nunca más volver a separarse.

Hubo un asado y largas horas ininterrumpidas de charla hasta la madrugada en las que uno habló de su madre ya fallecida y el otro de su padre, también fallecido. Entre las coincidencias, ambos tienen 8 hijos cada uno y se saben buenas personas, de gestos parecidos y otras cualidades que pronto conoceremos mediante una nota que se realizó días pasados.

Tal vez al encontrarse también pudieron hallar el perdón para algunas de las personas que no les hicieron la vida tan fácil, todo tiene un por qué, contó Luis quien aseguró ahora estar completo, "me faltaba una parte", concluyó.

Gentileza: Distrito Interior