“A veces tenemos que luchar las guerras que la vida nos propone, hay que pelearla y sin discutir por más doloroso que sea hay que seguir y seguir de pie, me toca pelearla de esta manera con angustia, con dolor, con bronca y sobre todo con mucha tristeza, y es algo que por más de que siga peleando jamás me pueda recuperar”, escribió.

Me toca despedir el con un sin fin de preguntas sin respuestas, con todo el dolor del mundo. Me toca desped
año sin Lucio, sin mi hijo y yo no puedo expresar lo que eso duele ni tampoco tengo las palabras exactas, ojalá el día de nuestro reencuentro hijo puedas aliviar todo esto y puedo explicarme el por qué de todo lo que no me explico hoy en día”.

“Son tantos los besos que me quedaron por darte, tantos abrazos por darnos, los miles de amo’ que quedaron en mi pecho. Veo a niños en la calle y no puedo no recordarte esa inocencia esa alegría y brillo que transmitías. Mi papi quiero que sepas que nunca voy a olvidarte que mi herida no va a sanar pero siempre vas a estar a mi lado para cuidarme junto a tu hermanita… Maquinita espero que estés en paz y que ya no sientas más dolor, amo Lucio Abel y lo haré por el resto de mis días”, finalizó.

Lucio, de 5 años de edad, murió el viernes 26 de noviembre por la noche, luego de ser brutalmente golpeado. Vivía en una casa de la calle Allan Kardec al 2300, de Santa Rosa, junto a su madre, Magdalena Espósito Valenti, y a la novia de su mamá, Abigail Páez.

Ambas están detenidas, en la Penitenciaría de San Luis. Magdalena Espósito Valenti está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-. Se espera, sin embargo, que la calificación de los delitos se agrave.

En tanto, en las últimas horas se conoció que el abogado querellante José Mario Aguerrido prevé presentar en febrero una denuncia contra el sistema de Salud: podría tratarse de delitos por falta de acción, ante la evidencia de que el niño era maltratado por parte de la dos mujeres y ningún médico hizo una denuncia. De hecho, en el verano pasado ingresó varias oportunidades al Hospital Evita con quebraduras y otras lesiones.
A su vez, la Justicia ordenó pruebas de ADN y el examen mental obligatorio a las dos imputadas.

El niño fue llevado por Abigail el viernes 26 de noviembre, por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. En ese momento, la madre de Lucio estaba trabajando de moza en un hotel.

Posteriormente el niño fue trasladado por una vecina, en su auto, al Hospital Evita sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Según se pudo determinar en la autopsia, Lucio murió por “múltiples golpes” y, además se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo

Gentileza: Diario textual