Dos jóvenes de 25 años y su hija de 6 fueron acribillados a balazos por sicarios en un barrio de la zona sur de Rosario. Con este triple crimen, en el que se sospecha que usaron ametralladoras, la ciudad de la provincia de Santa Fe pasó el centenar de víctimas.

De acuerdo a las primeras informaciones, la familia fue baleada en la zona de Chacabuco y Garibaldi, donde los asesinos dispararon una ráfaga de tiros hacia uno de los pasillos del barrio Tablada.

El hombre murió en ese lugar pero su pareja y la nena fueron trasladadas al hospital Roque Sáenz Peña, donde pese a los esfuerzos de los médicos murieron a los pocos minutos a causa de las múltiples heridas de arma de fuego.

Las víctimas fueron identificadas como Rodrigo Moreyra y María Altamirano, ambos de 25 años, y su hija Auriazul de 6 años.

En el caso intervino personal policial, el Gabinete Criminalístico y Gendarmería Nacional, que realizó las pericias hasta la madrugada del sábado.

En el lugar se encontraron varias vainas servidas y la fiscalía junto a las fuerzas de seguridad trataban de establecer los motivos del ataque.

El tercer triple crimen de una familia en el año en Rosario
Días atrás, murió una joven que había sido baleada a fines de abril dentro de un auto en un ataque de sicarios en la zona noroeste de Rosario y en el que asesinaron a su pareja junto a su bebé de un año.

Se trata de Micaela Bravo, de 27 años, que estaba internada en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. El sábado 23 de abril la acribillaron en la puerta de su casa y quedó en estado reservado por las lesiones que sufrió.

Ciro, el menor de los dos hijos de la pareja, murió a las horas de haber sido internado en el mismo centro de salud, En tanto que, Marcos Máximo Caminos (26), murió en el acto como resultado de una lluvia de disparos contra el Audi A4 en el que estaba la familia.

El único sobreviviente fue el hijo mayor de la pareja. Bautista, de 6 años, que logró escapar de los tiros y refugiarse con su abuela en la casa ubicada sobre Colombia al 1300 bis.

No fue el primer caso que tuvo como víctima a un bebé. A fines de enero, a la salida de la boda narco en Ibarlucea un grupo de asesinos mató a Iván Maximiliano Giménez, a su pareja Erica Romero y a su bebé de un año, Elena.