Luego del hallazgo del malogrado capatáz, muerto a golpes en el interior de su camioneta Ford Ranger a la vera de la ruta 55, en territorio puntano a escasos 3 kilómetros del límite con La Pampa y solo 300 metros del campo donde desempeñaba su tares. Por órden judicial al lugar llegaron los integrantes de criminalística quienes relevaron todo el lugar en busca de huellas, restos de ADN y todo elemento de interés para la causa. Junto a ellos fueron llevados los perros de la División Canes de Arizona. Lo interesante fue que al momento de rastrear el lugar, uno de los animales "marcó" un camino no por la ruta (que hubiera sido lo lógico) sino cruzó rápidamente la calzada y se dirigió en forma decidida hacia el campo Villa Luján donde se presume se desencadenó la tragedia (VER SECUENCIA DE FOTOS). En este predio Etchart de 73 años ejercía como capatáz y los sospechosos Ramos y Romero eran jornaleros a su cargo. una vez dentro del campo en un momento el perro parece perder el rastro, los investigadores sospechan que los jornaleros luego de discutir por diferencias laborales con el capatáz, y tras una fuerte pelea le habrían dado muerte a golpes,  para esconder lo sucedido intentaron simular un secuestro, se estima que uno de ellos condujo la camioneta con el cuerpo de Etchart hasta la ruta mientras el otro se dirigió por el campo a caballo hasta el mismo lugar, allí habrían abandonado el rodado con el occiso envuelto en una bolsa plástica y ambos operarios regresaron al casco del campo en el mismo caballo.     

Mientras la investigación avanza con resultados positivos y surgen elementos contundentes, Ramos, de 33 años oriundo de Santa Isabel (LP) y Romero, de 22, con domicilio en Anchorena, optaron por guardar silencio ante el juez de Instrucción Penal Nº2, Leandro Estrada. Ambos, están imputados por el asesinato del victoriquense, César Crispín Etchart.

Gentileza: INFOHUELLA