En diálogo con este diario, Acotto comentó que esto comenzó hace un mes atrás, cuando a raíz de una publicación en Market Place de Facebook, realizó el posteo de la venta de un vehículo. A partir de allí, le llegó un mensaje de Whastapp, preguntándole si la seguía teniendo a la venta, cuanto costaba y demás. “Me dijo, bueno yo estoy entre Pincen y Huinca y tengo una plata, pero no llego con la diferencia, se la voy a pedir a mi patrón”, manifestó, además Acotto le dijo que podía ir a verlo.

Al día siguiente lo llama y le dice “Yo soy Jonatán Buenaimaso”, y que para poder arreglar la plata con el patrón, necesitaba un número de CBU. “Hablé con la contadora y el banco y me dijeron que se lo diera que no iba a tener ningún problema, pero que no pasara ningún usuario ni contraseña”, explicó.

Claudio Marcelo Acotto

Pasaron dos días, a lo que Marcelo le preguntó si seguía interesado o no, porque habían aparecido nuevos posibles compradores y que también querían ver el vehículo, “junto con el CBU, me pidió una foto del documento”, dijo.

Acotto ya había comenzado a sospechar y decidió buscar el nombre en Facebook, para su sorpresa, decía que vivía en Venado Tuerto. “Le mandé un mensaje, le explique quién era y si estaba interesado en un auto, automáticamente me respondió diciéndome que no y a que él le había pasado lo mismo a raíz de la publicación de la venta de una heladera”, sostuvo.

Cuando decide revisar nuevamente el perfil de Whastapp, se dio cuenta que había sacado la foto “ahí desconfíe más y le envíe un mensaje”.

Al día siguiente al parerense le llegaron dos mensajes con otra característica que era de Mendoza “me dijo que se le rompió el teléfono, a lo que le conteste que raro que se te rompa en Buenos Aires y aparezca en Mendoza, cuando estabas entre Pincen y Huinca”.

A los diez días, recibe un llamado de una señora de La Plata, preguntándole si era Macerlo Acotto para consultarle si estaba por vender unos muebles, cosa que no era posible. “Hay alguien que se está haciendo pasar por usted, me hicieron ir al cajero y me robaron la cuenta”, le dijo la señora.

Ese mismo día lo llamaron más personas, provenientes de Bolívar y Olavarría, “juntamos audios, estuvimos charlando, me preguntaron todo, y por suerte ellos no salieron estafados, por lo que fueron a la fiscalía y realizaron la denuncia”, comentó Marcelo.

Al consultarle sobre si él tomó alguna medida judicial dijo que “yo también hice la denuncia y hasta ahora no tuve ninguna respuesta, además me comuniqué con la fiscalía y le pasé todos mis datos”, señaló.

“Un ex policía retirado de la Federal, me llamó, habló conmigo y también se dio cuenta de que había sido estafado, solo con escuchar mi voz”, concluyó Marcelo, quién está a la espera de que este conflicto se resuelva lo antes posible.

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