Explicó que los delincuentes pudieron acceder al campo porque un vecino tenía la tranquera abierta.

“Hicimos la denuncia, pero la policía no encontró nada. No se investigan este tipo de delitos, salvo que sea un robo muy muy grande o haya violencia y sangre”, admite.

Esta no es la primera vez que le sucede. El 26 de mayo de este año ingresaron a su vivienda y se la desvalijaron. “Por la noche, en Estancia La Candelaria, a 20 km al norte de Villa Valeria, rompieron el alambrado, entraron con una camioneta, abrieron los candados y entraron a la casa”, cuenta Murchison y detalla: “Se robaron dos televisores, microondas, ropa de cama, ollas, cubiertos, me vaciaron la heladera y freezer, se llevaron electrodomésticos. Rompieron la caja fuerte. ¡Me vaciaron la casa!”.

Desde las cámaras de seguridad pudo observar que “eran tres personas de a pie y calculamos que dos más en la camioneta. Pero no se las pudo identifican. Hubo un allanamiento pero no encontraron las cosas”, dice y agrega que desde las cámaras también se pudo ver que los delincuentes “estuvieron tres o cuatro horas antes del hecho desde el monte mirando todos los movimientos. Van preparados en bandas de cinco o seis personas y equipados para el operativo de robo”.

Hace seis años atrás, en 2015, sufrió otro robo, pero con violencia: “Los ataron y les pegaron a mis empleados. Al encargado le tiraron tiros. Los robos en los campos son muy violentos”, enfatiza el productor de Mattaldi.
Cuando se le preguntó cómo piensa que esto puede revertirse, dijo: “para mi la clave pasa por la Justicia. Que haya una política para que la Justicia se especialice en este tipo de delitos y que empiece realmente a investigar los hechos como corresponden”.

Murchison subraya que son comunes los delitos y vandalismos rurales en la zona. “Suelen robar insumos agropecuarios y después los venden en el mercado negro. En la mayoría de los casos buscan agroquímicos o plata”.

Fuente Agro Argentina