El uniformado, un cabo primero de apellido Páez, de entre 35 y 40 años de edad, es un integrante de la División Rural de la Unidad Regional I, de la Policía de La Pampa.

El hecho ocurrió durante la mañana de este lunes en la sede de esa dependencia policial, en Toay.

Luego de la descompensación, el policía fue trasladado de urgencia y quedó internado en el Hospital “Dr. Lucio Molas”. En principio su estado de salud sería “crítico” aunque los médicos que lo atendieron lograron “estabilizarlo” respecto de la situación en la que llegó.

Por el hecho se inició un expediente judicial que quedó en manos de los fiscales Selva Paggi y Oscar Cazenave.

“No se sabe bien el motivo de por qué se descompensó… este muchacho hace gimnasio, hace pesas, entonces estaba siguiendo una especie de dieta, con un batido de banana y algo más”, confirmó a este diario el Jefe de Policía, Héctor Lara.

También dijo que, además del expediente judicial, las actuaciones quedaron a cargo de la Agencia de Investigación Científica. “La descompensación fue muy rápida… los sorprendió a todos, incluso no sabemos si por ahí él tenía algo en sus manos que era contaminante y no lo sabía”, destacó Lara.

El fiscal Cazenave también contó que el líquido que ingirió estaba “en una botella de jugo Cepita”.

“Hicimos un allanamiento en la casa, pero no encontramos nada raro… por el momento no descartamos nada. Estamos esperando que se recupere para que nos brinde un testimonio y a la espera de lo que indiquen los reactivos”, señaló el fiscal.

Además, Cazenave confió que al perro le hicieron la necropsia correspondiente para saber qué ingirió y qué fue lo que le provocó la muerte.

Finalmente, dijo que -de acuerdo al último parte médico- Páez se encuentra “reaccionando a los estímulos” pero “entubado y con pronóstico reservado”.