El sumo Pontífice contó que preferiría encontrar una iglesia en Roma donde seguiría escuchando confesiones. En ese sentido, sugirió que “tal vez’' residiría en la basílica de San Juan de Letrán, la sede tradicional de los obispos de la capital italiana.

En ese sentido, Francisco dijo que el Vaticano debe regular mejor la figura de un papa emérito. Según TN, algunos cardenales y abogados canónicos cuestionaron las decisiones de Benedicto XVI en su retiro, como la de seguir vistiendo la sotana blanca del pontífice y mantener su nombre papal en lugar de volver a su nombre natal.

Además, afirman que esas decisiones y la presencia de Benedicto en el Vaticano generaron confusión entre los fieles y permitió a los críticos de Francisco utilizar al papa emérito como punto de referencia, lo que amenaza la unidad de la Iglesia Católica.

A diferencia de Benedicto XVI, Jorge Bergoglio dijo que si decide renunciar al Pontificado no se haría llamar papa emérito ni usaría la tradicional sotana blanca como su antecesor. “No tengo intención de dimitir. No por el momento”, reiteró el Pontífice, aquejado por varios problemas de salud en los últimos meses que le impiden caminar normalmente.