UN NIÑO SE FRACTURÓ LA CABEZA JUGANDO EN EL PRO VIDA, LE COLOCARON UNA PRÓTESIS Y 30 PUNTOS

Regionales 05 de febrero de 2020 Por INFOTEC 4.0
El niño fue atendido en el Hospital Centeno, donde ordenaron el traslado a Santa Rosa para operarlo. Le colocaron una prótesis y le dieron 30 puntos en la cabeza.
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Un niño de 12 años, de Agustoni, que la semana pasada viajó con el Programa PRO VIDA a Colonia Barón, sufrió un traumatismo de cráneo grave por el que fue operado en Santa Rosa. Los responsables de su custodia decidieron supuestamente no llevarlo a ningún centro asistencial y lo mantuvieron casi tres horas con vómitos, hasta regresar a su pueblo y entregárselo a su madre “con la cabeza hinchada, pálido y desvanecido”.

El gravísimo episodio tuvo lugar el pasado miércoles. Hoy el niño muestra signos de recuperación bajo estricta vigilancia, tiene 30 puntos en su cabeza y de no surgir complicaciones por un par de años no podrá participar de algunos juegos como el resto de los chicos de su edad.

El Diario habló con Marina Oberante, mamá del menor, quien relató lo ocurrido y evidenció su indignación por la supuesta falta de cuidado de los empleados de la Comisión de Fomento de Agustoni, que ese día acompañaron al grupo de niños.

A las 7:30 de la mañana del pasado miércoles el chico partió junto a sus compañeros, en la combi de la Comisión de Fomento de Agustoni, hacia la localidad de Colonia Barón. Allí el plan era participar de un campeonato de vóley y, más tarde, disfrutar del balneario de dicha localidad.

Según relató Oberante, alrededor de las 13 horas y mientras el grupo ya se encontraba en el balneario, otro chico golpeó al menor y este dio supuestamente con su cabeza en el borde de la pileta.

Las dos jóvenes mujeres a cargo del PRO VIDA de Agustoni llevaron al niño golpeado a la sombra y allí le habrían colocado hielo para desinflamar la hinchazón. Pero en ese mismo lugar el niño habría iniciado con los vómitos, síntoma por todos conocido como indicador de una lesión importante.

Lo insólito de la situación es que ni las dos cuidadoras ni el chofer de la combi atinaron a trasladar al menor a un centro asistencial de Colonia Barón, sino que decidieron después de dos horas regresar a la localidad de Agustoni y entregárselo en esas condiciones a su madre, a quien tampoco le avisaron previamente lo ocurrido. 

La madre del menor relató que se lo entregaron “con la cabeza hinchada, pálido y desvanecido” y allí le notificaron que se había golpeado, que le pusieron hielo y venía con vómitos, para retirarse de inmediato.

Oberante pidió a un vecino que lo traslade a la Posta Sanitaria del pueblo, donde la enfermera advirtió la gravedad del caso y lo trasladó en la ambulancia hacia el Hospital Centeno, donde llegó pasadas las 17 horas. En el nosocomio piquense le hicieron una tomografía y le confirmaron a la madre que el niño tenía “traumatismo grave de cráneo con hundimiento y un coágulo de sangre”, por lo que le recomendaron su inmediato traslado a Santa Rosa.

Alrededor de las 19:30 horas el niño llegó al Hospital Dr. Lucio Molas de la capital, donde fue alojado en Terapia Intensiva, y al día siguiente, a las 8 de la mañana, entró en cirugía. Le colocaron una prótesis y le dieron 30 puntos en la cabeza.

Desde la Policía dieron aviso a la Fiscalía de Pico, donde hasta ayer no se había radicado denuncia, pero el fiscal Juan Pellegrino siguió por estos días la evolución del niño y espera los informes médicos, para analizar luego si existió un delito penal. En este caso, se descartaría la imputación de “lesiones graves” por tratarse de un juego de menores, pero sí la Justicia penal podría revisar la responsabilidad de quienes tenían en ese momento la responsabilidad del cuidado.

Se desconoce cuál es la preparación de las personas a cargo del PRO VIDA en Agustoni, aunque este medio pudo confirmar ayer que desde el programa provincial se dictó, el 27 de diciembre pasado en Toay, una capacitación para todo el personal de las distintas localidades.

El nene se recupera hoy en el domicilio de un familiar y tendrá que viajar a Santa Rosa esta semana para un control, mientras su madre y médicos a domicilio siguen de cerca su evolución.

“Me duele el abandono que hicieron con mi nene, la colonia cerró por dos días y las dos cuidadoras y el chofer siguen trabajando como si nada. Yo no quiero que esto vuelva a pasar con otro nene”, pidió Marina Oberante.

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