
Las urnas bonaerenses hablaron con contundencia. En una elección legislativa convertida en plebiscito nacional, Axel Kicillof y el frente Fuerza Patria (FP) lograron una victoria arrolladora en la provincia de Buenos Aires, con un 47,27% de los votos frente al 33,71% de La Libertad Avanza (LLA), aliada al PRO. Trece puntos de diferencia, más de un millón de sufragios, marcaron algo más que una derrota electoral: expusieron el fracaso político de Javier Milei, quien con ajustes drásticos, insultos y soberbia terminó dándole oxígeno a un peronismo que parecía en retirada.