Haciendo eje en el “centro de vida”, autorizan a una madre a irse a vivir con sus hijas al exterior.
La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Santa Rosa confirmó un fallo de primera instancia, por el que se le dio autorización judicial a una madre para irse a vivir con sus dos hijas adolescentes, su esposo y progenitor afín, a Portugal. La resolución hizo hincapié en la opinión y el interés superior de ellas y su centro de vida.