Iker era un perro que "se manejaba"... le gustaba andar por la calle, y así se había hecho muy conocido, sus rasgos físicos lo hacían fácilmente identificable a la distancia. Según el relato de García, el perro había salido de su casa hacía un par de días para ya no regresar, pero no fué una salida más, en ésta, encontró la muerte, alguien lo ultimó de un balazo, situación más que preocupante, en una ciudad donde nos conocemos todos..., parece imposible que estas cosas puedan llegar a suceder.... preocupante hecho.

Adjuntamos la publicación de Sergio García y de la Asociación Realiquense Amiga de los Animales (A.R.A.A.) quienes también lo conocieron bien, dado que mientras se realizaban los programas de castraciones masivas en el Polideportivo Municipal, Iker permanecía en el lugar acompañando a los veterinarios y voluntarios que participaban del mismo, incluso publicaron una foto de aquel momento.