PABLO NOVAK: “YO NACÍ ACÁ, LO VI MORIR Y ACÁ QUIERO MORIR YO TAMBIÉN”

En una visita casual a la provincia de Buenos Aires, más precisamente a Epecuén, el pueblo que en el año 80 fue tapado por el agua, nos entrevistamos con Pablo Novak , quien es la única persona que nunca abandonó su localidad más allá de la catástrofe climática.

Pablo Novak

Pablo es una persona capaz de contar la historia desde el principio hasta el día de hoy, actualmente con 89 años de vida, y con una lucidez admirable, relató un poco de la historia del hoy pueblo derrumbado. Juan Cruz Vernetti, corresponsal de INFOTEC 4.0 visitó al único habitante que por nada del mundo abandonó su localidad.
Hablar con Pablo, es hablar con una historia rica en conocimientos y lugares. Solo con prestarle atención, la memoria intacta de Novak a sus 89 años y su predisposición para hablar, hace que sea más fácil utilizar la imaginación y viajar hacia atrás en el tiempo para vivir lo allí ocurrido.

“Cuando yo era muy chico, veía como este lugar se llenaba de turistas, personas que venían hasta de Europa porque Epecuén era conocido por su agua y el barro curativo. Si bien sólo era visitado en la temporada turística, te puedo decir que acá en realidad no vivía mucha gente, solo se construía para los turistas, es decir, se hacían muchos hoteles, casas para alquilar, casas de regalería y lugares de estar. Cuando la temporada terminaba, los dueños de los edificios cerraban los frentes con maderas y esperaban a la próxima temporada para abrirlos.”



Juan Cruz: ¿Cómo era el tema del agua y el barro curativo? ¿Era cierto o solo un mito?

Pablo Novak: "Lo del agua y el barro es cierto, un hombre que vivía muy cerca de acá (señalando un edificio derrumbado) sufría de reuma, por lo que decidió hacerse 20 baños de barro durante la temporada y después fuera de la temporada no sentía más dolores y hasta lo he visto bailar alguna vez. Ahora las personas me preguntan si el barro al cual pueden acceder es el curativo, pero yo les digo la verdad, el barro curativo puede encontrarse a 30 metros dentro del lago, cuando el agua avanzó y arrasó con todo, solo le puedo decir que el barro que se ve ahora puede ser de un gallinero o un chiquero de chanchos" (comenta entre risas).

Juan Cruz: Pablo, coménteme un poco qué pasó una vez que se inundó el pueblo?

Pablo Novak: "Cuando se inundó el pueblo fue algo muy triste y desesperante a la vez. En solo 16 días el agua llegó hasta la ventana de acá arriba (señalando el segundo piso del edificio donde él se encontraba sentado en ese momento. Promedio de altura de la ventana 4.50 mts) así que imaginate que las casas que están en la parte más baja quedaron tapadas por completo. En realidad desapareció el pueblo completo. La gente en ese momento solo tenía el tren para realizar las mudanzas urgentes, Así y todo la gente de acá perdió muchas cosas más allá de sus hogares. Con el avance del agua no había caminos para sacar con los camiones".

Juan Cruz: Pablo ¿y porque decidió quedarse?

Pablo Novak: "Me quede porque veía que la familia estaba criada ya, mis hijos formaron sus familias y a mí me quedaba lo poco que tenía. Viví mucho tiempo en una casilla y después me cedieron una casa que está a unos 200 metros de la entrada a Epecuen, allí tenía mis animales y mis cultivos, con ellos subsistía, aunque se complicaba pero para mí me alcanzaba. A mis 77 años, gracias a Cristina (ex presidenta) me jubile y ahí me acomode un poco mejor con mi vida ya que contaba con una entrada económica mensual segura. Todas las mañanas voy al pueblo (refiriéndose a Carhué) a buscar el diario y después estoy acá todos los días, charlando con la gente que quiere saber de la historia y de paso me entretengo. También estoy terminando de leer un libro, así que paso el día entretenido".



Juan Cruz: Nunca pensó en contactarse con escritores para tener su propio libro con su historia vivida?

Pablo Novak: "Sí, vinieron dos escritores y ya está hecho, solo falta contactar alguna editorial para abaratar el costo de la edición, pero ya les brinde todo mis testimonios como lo hago con los que les interesa conocer esta historia. Quiero contarte también que hay muchos comentarios de que Epecuén se inundó porque unos productores abrieron canales para descomprimir el agua y se vino para acá, eso es mentira, acá la única verdad es que hubo una inundación en Olavarría y el agua siguió su curso y termino acá, generando lo que se ve. Tal vez la falta de obras hizo que al no haber canalización el agua arrasó en este territorio. Además estas construcciones que habían hecho, sabían que estaban mal porque estas inundaciones se dan en un periodo cada 80 o 100 años, entonces ahora sería de gusto intentar reconstruir todo esto", finalizó Novak.

 Hablar con Pablo, es hablar con la historia de un pueblo que desapareció por el agua, Pablo es una persona sencilla y muy amable, quien con sus 89 años muestra una lucidez y una memoria intacta, porque relata con lujo de detalles todo. Al momento de leer no utiliza lentes para la vista, es decir que con su avanzada edad, está en perfectas condiciones. Si usted visita Epecuén, encontrará a Pablo sentado en la ventana de un edificio que está deteriorado por el avance del agua, pero él sigue allí firme, acompañado de su perro y con su bicicleta (único medio de movilidad) apoyada a su lado. Realmente más que un pueblo, es una historia.

















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