Si bien su esfuerzo y excelente predisposición para con el estudio le permitieron lograr su meta en tiempo y forma, esto no hubiera sido posible sin el gran esfuerzo de sus padres, Mirta Schawaller y Ramón "Pipa" Blanco, quienes debieron sortear diferentes contratiempos económicos y llevar a cabo diferentes actividades laborales para poder solventar los gastos que demandaba la carrera de su hija. Pero su confianza en ella los empujaba a seguir esforzándose.

Es así como "Coki", una vez recibida trabajó de suplente todo el año pasado y ahora, ya titular en algunas horas y otras como suplente, desarrolla sus tareas en General Pico.

Con el fruto de sus primeros pasos en la docencia "decidió agradecer tanto sacrificio que sus padres hicieron para que ella estudiara" y con lo que logró ahorrar con sus primeros sueldos les compró un auto, tal nos lo confirmaba su hermana Johana, quien logró también recibirse de Enfermera Profesional.

Un excelente ejemplo, no solo el del gesto de agradecer a sus padres, sino principalmente el de valorar tanto esfuerzo y responder con estudio y dedicación a toda la confianza que sus papás depositaron en ella.