Le mataron la beba en la ruta, aun no hay juicio y le profanan la tumba

María Arroyo (34) no pierda la calma, a pesar del dolor. Su beba Olivia murió en un siniestro provocado por un conductor alcoholizado. Desde que decidió ser querellante, empezó la profanación de la tumba. El último hecho fue el 15 de julio.

Provinciales16 de agosto de 2021INFOTEC 4.0INFOTEC 4.0
olivia2

Este siniestro ocurrió el 25 de febrero de 2020 cuando la familia se trasladaba en dos vehículos provenientes de Santa Rosa.

Cerca de las  00:05 horas, Eduardo Raúl Ibarra conducía su vehículo Gol Trend color rojo por la ruta nacional 5 que se dirigía hacia Anguil, a la altura del km 597. Lo hacía con 1,68 H/L de alcohol en sangre y justo en ese momento atiende el celular o recibe un mensaje.

En ese instante es cuando impacta el vehículo que iba adelante en el mismo sentido de circulación conducido por su primo Rubén Fabio Ibarra, quien llevaba como acompañante a su pareja María José Arroyo y a sus tres hijas menores Maitén Naiara Arroyo de 11 años, Tahiana Marilina Ibarra de 8 años y Olivia Natali Ibarra de un 1 año de edad.

El impacto hace que el vehículo de su primo salga despedido de la ruta, hacia la banquina derrapando y volcando, para luego terminar impactado contra un árbol. Olivia murió y el resto de los ocupantes recibieron diversas heridas.

 Pero al dolor de la muerte de "Oli", María José Arroyo le sumó  la angustia de sufrir profanaciones en la tumba de la pequeña, que está en el cementerio de Anguil.

"Todo empezó cuando yo decidí presentarme como querellante", dice María al cronista de El Diario. "Todo" son las profanaciones.

Contó que "mientras estaban en el hospital, ellos(los familiares más cercanos del conductor, primo de su esposo) se acercaban. Él no vino nunca. Pero una vez que dije que iba a ser querellante, no fueron más. Se rompió la relación". 

"Entraban, movieron y abrieron el cajón. Después pusieron una cámara, pero no filmaba, se le terminaba la batería o la tapaban", contó.

A pesar de la cámara y que hay una investigación en marcha, no hay nadie acusado. 

Ahora Olivia está en un pequeño panteón. Pero igual provocaron daños. "La última vez fue el 15 de julio. Se llevaron lo que le dejamos, unos regalitos y rompieron todas las flores que plantamos en un jardincito", contó la madre.

María Arroyo habla de la importancia de poner la estrella amarilla. "Es para que tomen conciencia. Cuando toman dice "está todo tranqui", piensan que la ruta es un juego. O dicen que 'esto ya lo hice muchas veces'. Y termina con la muerte de lo que respetan", afirma.

Espera que "los controles no aflojan". Pero cree que muchos no tienen conciencia. "Lo hacemos por las familias de quienes cumplen", remarca María Arroyo.

Además de la muerte de Olivia, sus otras hijas recibieron heridas. "Se están recuperando, tratando de seguir", dice para recordar que el dolor y el impacto de los siniestros viales perduran en el tiempo.

Aun el juicio por la muerte de Olivia no tiene fecha.  "Lo vamos a seguir", dice María. 

Gentileza: El diario

Te puede interesar
Lo más visto