Según fuentes policiales fueron los vecinos quienes dieron aviso tras registrar el incendio en uno de los dos departamentos. En ese momento se vivieron momentos de gran tensión debido a que tanto la hija, que vivía en un departamento aledaño y se encontraba visiblemente afectada, como los vecinos, creyeron que el hombre estaba en el interior de la vivienda.

Sin embargo, este diario pudo saber que al momento de la explosión la vivienda se encontraba vacía, custodiada solamente por su perra Angie, por lo que «no se lamentaron heridos». Minutos después, el hombre arribó a la vivienda con la única intención de recuperar a su mascota, que finalmente fue rescatada, acto que fue celebrado por los vecinos y vecinas.

Amor incondicional

La contracara del infortunio fue el gesto de amor incondicional del propietario del departamento hacía su mascota, Angie. A pesar de que por el incendio sufrió importantes pérdidas materiales, la primera reacción del hombre al llegar a la casa fue de preocupación por el estado de salud de su compañera de vida. Sin mostrar interés en los daños que tenía la casa, su principal objetivo fue intentar rescatar a su perra, quien era la única que se encontraba dentro del departamento cuando se desató el fuego.

Incluso, una vez que fue rescatada, el dueño de la mascota la cargó en sus brazos y estuvo abrazado a ella mientras era entrevistado por el personal policial, por sus familiares y personal de Bomberos sofocaba el foco ígneo.

La Arena