Según quienes vienen todos los años, la cantidad de gente de esta muestra es superior a la de ediciones anteriores. El buen clima de los últimos días ayudó. La muestra cuenta con más de 4500 animales, el patio de comidas y más de 400 expositores comerciales.

Como es habitual, gran parte de los asistentes son niños (vale recordar que los menores de 8 años ingresan sin cargo). "Vengo siempre a la Expo Rural, porque es un lugar tradicional y está bueno para que los chicos tengan contacto con los animales y vean la tradición del campo", afirmó Lucía, que recorría la muestra con sus tres hijos (de 9, 7 y 4 años) y la madrina de uno de ellos. Lo que más les gustó fueron los caballos. "Ellos vienen contentos, les gusta la muestra", indicó.

Uno de los grandes atractivos para los más chicos es el Pabellón de las Aves- Frers, donde se puede ver pavos reales, gallinas, palomas mensajeras, gallos. En la granja es posible presenciar el nacimiento de pollitos, por lo que el pabellón es un lugar obligado para las familias.

La Rural no es solo un espacio para hacer negocios del agro. Incluso en el pabellón de la maquinaria agrícola los más chicos a veces aprovechan para treparse a los tractores y cosechadoras expuestas.

La Expo también resulta un imán para los adultos con los test drivers para ir de acompañante de camionetas 4x4 en una pista todoterreno, folklore en vivo y bandas militares tocando que se suman a las clásicas muestras de rodeo y juras en la pista central.

"Vengo todos los años, pero este año está bárbara. Esta vez las traje a ellas porque no conocen a los animales", indicó Amelia que paseaba junto a tres sobrinas. "Me gusta venir siempre, porque compro lana, fiambre y queso", aseguró.

Muchas familias deciden pasar un día en la Rural como plan de vacaciones de invierno. Adentro del predio se pueden conseguir panchos desde $100, hamburguesas por $160 y gaseosas por $90.