DE REALICÓ A MALVINAS: "EL ÚNICO CAMINO PARA RECUPERAR LO QUE NOS PERTENECE, ES EL DE LA PAZ"

DE REALICÓ A MALVINAS...

"Hacia finales del año pasado, precisamente del 14 al 21 de diciembre, pudimos concretar con mi hermano Juan Pablo, un viejo anhelo personal de ambos: el de pisar suelo malvinense, y recorrer nuestras islas, tan caras al sentimiento de los argentinos" comienza relatando el abogado realiquense, para adentrarse luego en una crónica que recorre con lujo de detalles la experiencia inolvidable. 

"No fue un paseo, ni mucho menos un viaje de vacaciones: lo ideamos como una forma de sincero y sentido homenaje y reconocimiento a nuestros héroes y veteranos de guerra  que allí combatieron, tal es así que nuestro itinerario incluyó, puntualmente, la mayoría de los sitios relacionados con el conflicto bélico de 1982. Aunque para nuestra sorpresa, también nos sorprendió y nos cautivó la riqueza paisajística y de fauna que existe en el lugar"

DIARIO DE VIAJE...

"Apenas el vuelo de LATAM aterrizó en el aeropuerto de Monte Agradable, sito en la fortaleza militar homónima instalada por Gran Bretaña luego de la guerra, al bajar del avión conocimos personalmente y sentimos  en nuestros rostros a un compañero inseparable del cual habíamos escuchado hablar, y mucho, que nos acompañaría durante casi toda la estadía: el viento helado del atlántico sur" recuerda Martín 

"Luego de los trámites inmigratorios y aduaneros, siempre más rigurosos para los argentinos, recorrimos los 45 km que separan el aeropuerto del único centro urbano de las Malvinas: Puerto Argentino (Stanley para los británicos), población de 2.580 residentes permanentes, entre isleños nativos, británicos, y ciudadanos de distintas nacionalidades que allí viven por cuestiones laborales, entre los que se cuentan oriundos de Chile, Santa Helena, y Filipinas, entre otros.

Tuvimos la posibilidad de conocer el Town Hall, la Catedral protestante y la Iglesia Católica, el Museo, West Store, el muelle, la sede la Falklands Islands Company, (la empresa que concentra la mayoría de la actividad económica de las islas), la conocida avenida costanera Ross Road, el Malvina House Hotel, donde nos hospedamos,  como también caminar por las estrechas calles del pueblo, a cuyos costados se erigen casas del típico estilo británico, con sus techos coloridos a dos aguas"

DEL "CARIBE -30º" A CAMPOS MINADOS...

El relato de martín todo el tiempo traslada al lector a diferentes sensaciones, tan ambiguas como la guerra misma, del orgullo por la patria al dolor y el terror por una muerte acechante... "Al día siguiente, nuestro primer recorrido (el único con guía) lo hicimos hacia las playas donde el 2 de abril de 1982 desembarcaron los comandos anfibios de la Armada Argentina, que los operadores turísticos locales llaman “Operación Rosario”, justamente la denominación dada en aquella oportunidad a las maniobras de recuperación de las islas: están compuestas por finas arenas blancas, que contrastan fuertemente con el mar azul profundo que baña sus costas, lo que conforma el hermoso paisaje que dio origen al mote puesto por los lugareños: “el Caribe menos 30° (grados)”, en alusión a las frías temperaturas de las aguas del Océano Atlántico"

"Muchas de esas playas, aún tienen el acceso restringido a las personas por resultar campos minados -uno de los tantos resabios de la guerra- situación que aprovechan varias colonias de pingüinos Magallanes, cuyo peso corporal no resulta suficiente para detonar las minas antipersonales allí existentes, lo que les permite anidar y reproducirse allí sin ningún tipo de interferencia humana.

Luego de una recorrida, en la misma zona, por el Faro San Felipe –punto más oriental de la isla Soledad- fuimos hasta la antigua pista de Puerto Argentino (que los británicos nunca pudieron dejar fuera de servicio durante todo el conflicto no obstante los continuos bombardeos) que hoy solamente opera para vuelos de pequeñas aeronaves locales de transporte, abastecimiento y turismo. Finalizamos el recorrido en Moody Brook, el cuartel de los Royal Marines hasta 1982, y que, junto con la pista y la casa del gobernador, fueron los lugares de asalto de las tropas argentinas al recuperar nuestras islas" relata con absoluta pasión y aún con la sensación a flor de piel que quedará por años en el cuerpo, la memoria y el corazón de estos dos hermanos.

"A  partir del tercer día, alquilamos una camioneta y emprendimos camino por nuestra cuenta;  luego del curioso hecho de tener que acostumbrarnos a manejar por la izquierda, con el volante a la derecha, (destaco la habilidad de mi hermano, quien hizo de conductor), nuestro destino fue algunos de los principales campos de batalla: los Montes Harriet, Tumbledown y Wireless Ridge, lugares emblemáticos que rodean Puerto Argentino de Sur a Norte, y donde estaban emplazadas las primeras líneas de defensa argentinas, que hicieron frente con denodado esfuerzo y heroísmo al ataque final de los británicos sobre la localidad, los días finales de la conflagración, entre el 11 y el 14 de junio"

CERCA DEL CIELO...

"Confieso que a prori resultaba un desafío personal para mí escalar esas montañas, las cuales si bien no son muy altas (250/300 mts en promedio) el terreno es complicado, dado que está compuesto de turba , que es como una tierra esponjosa que se hunde al caminar, con varios sectores anegados, con piedras y rocas que afloran en las crestas: de todos modos las ganas, el entusiasmo, y la conciencia de estar viviendo un momento histórico para nosotros, hizo que la subida fuera mucho menos dura que lo esperado.

En cada una de las cimas se encuentran los memoriales, que recuerdan a los caídos británicos en los enfrentamientos, (no hay memoriales argentinos en los montes porque no están permitidos por el gobierno local); también gran cantidad de vestigios de la batalla tales como restos de posiciones, trincheras, cráteres de artillería naval y de campaña, vainas de municiones de FAL, artillería antiaérea, cables telefónicos de comunicaciones por doquier, cañones de 105 mm; asimismo vestigios de carpas, mantas, suelas de zapatillas “Flecha”, elementos de sanidad y logística (camillas, cocinas de campaña, elementos de rancho, etc).

Así pudimos dimensionar “in situ” y comprender, con gran emoción, el verdadero sacrificio y entrega de nuestros soldados, quienes tuvieron que vivir en condiciones climáticas extremas durante casi dos meses, a la intemperie, buena parte del tiempo mojados, y soportando, sobre todo durante los últimos días de la campaña,  las graves carencias logísticas que les impidieron, entre otras cosas, tener la alimentación adecuada

Allí estuvieron, y combatieron con honor, ofreciendo una dura resistencia al enemigo, las compañías del Regimiento de Infantería (en adelante RI) N° 4 de Monte Caseros, Corrientes, quien se desempeñó en el Harriet, el RI N° 7 “Coronel Conde” de La Plata, en Wireless Ridge, y el Batallón de Infantería N° 5 en el Tumbledown. A ellos, nuestro humilde reconocimiento" 

DARWIN, NUESTRO PEQUEÑO HOMENAJE EN LAS 230 TUMBAS...

"La jornada siguiente, nos trasladamos hacia Darwin, distante 90 km de Puerto Argentino, sobre el estrecho de San Carlos (que separa las dos principales islas de las Malvinas: Soledad y Gran Malvina), allí, en la colina de Darwin-Goose Green, se desarrolló la primer batalla terrestre de la contienda, pudiendo recorrer los memoriales allí existentes y los poblados mencionados. En el campo de batalla, subyace el recuerdo de la gloriosa resistencia del RI 12, más dos secciones del RI 25 y RI 8, a pesar de todas las carencias que padecieron. Allí cayó, como muestra de la bravura de nuestros soldados, el Tte. Coronel Herbert Jones, Jefe del Batallón de Paracaidistas N° 2 británico, el más alto oficial caído en combate.

Por supuesto, uno de los momentos más emotivos fue poder visitar el cementerio argentino militar de DARWIN, donde descansan nuestros héroes: nos ocupamos con antelación de recabar la mayor cantidad de datos posibles de cada uno de ellos, ya que la idea era brindar un humilde homenaje a cada una de las 230 tumbas, y que mejor que hacerlo sabiendo donde combatió, a que unidad perteneció y en qué fecha pasaron al bronce, cada uno de los soldados que allí descansan.

Así lo hicimos, y bajo una llovizna persistente acompañada de intensas ráfagas de viento, con una temperatura glacial en pleno diciembre, nos estremecimos frente a las lápidas de todos ellos, en especial de los soldados y suboficiales más recordados y conocidos, por su destacada actuación al momento de la verdad: tales los casos de Mario “Perro” Cisnero, Teniente Estévez, Subteniente “Sapo” Silva, Antonio Sbert, soldado Mosto, entre tantos otros" expresa y en cada palabra transmite una emoción que traspasa el relato.

LA VIRGEN Y EL HIMNO... 

"Como corolario, frente a la enorme cruz en la cabecera del cementerio, y flanqueados por la imagen de Nuestra Señora de Luján allí existente, protectora y custodia de nuestros héroes, entonamos a viva voz las estrofas del Himno Nacional Argentino, como despedida.

Sin embargo, el último día de nuestra estadía, nos depararía una inesperada y agradable sorpresa: veteranos de guerra del RI N° 7 que conocimos en el hotel donde nos hospedábamos, nos invitaron a subir y recorrer el Monte Longdon, lugar donde ellos mismos combatieron casi 38 años atrás, una experiencia única e irrepetible para nosotros.

En un día de sol y casi sin viento, algo raro en el archipiélago, nos mostraron sus pozos, sus trincheras, las ubicaciones de los puestos de comando, de sanidad, y luego entre mate y mate nos contaron vivencias y anécdotas de aquellos días, el infierno que padecieron la noche del 11 de junio de 1982 (cabe aclarar que Longdon fue, de acuerdo a unánimes voces argentinas y británicas, la batalla más feroz y encarnizada de toda la contienda) y además nos dejaron sus sensaciones y experiencias durante los duros años de posguerra, signados por el destrato, el ocultamiento, el abandono y la hipocresía de una sociedad que les dio la espalda, (luego de volcarse masivamente a las calles el 2 de abril) por ese sentimiento tan argentino de que si ganás son un campeón y si perdés no servís para nada…"

"NO FUERON POBRES CHICOS, FUERON HOMBRES CONVENCIDOS DE LA JUSTICIA DE DEFENDER A SU PAÍS"

"Así pasó nuestra semana en las islas. Nos queda la experiencia de haber vivido días inolvidables, muy fuertes desde lo emocional, que nos ayudaron a dimensionar el heroísmo de quienes defendieron la Patria a pesar de todas las limitaciones que sufrieron" dice ya sobre el final de su crónica y agrega "Cabe aclarar, de paso, que en toda guerra (tragedia que expresa de forma descarnada el fracaso e incapacidad de los dirigentes para resolver disputas en forma pacífica) hay carencias de todo tipo: los británicos también padecieron el frió, las complicaciones logísticas, las bajas, y demás miserias, cuestiones que salvaron con su mejor preparación para el combate  y el apoyo de Estados Unidos y la OTAN, quienes los auxiliaron con operaciones de inteligencia y armamento de última generación. A pesar de ello, que fue determinante en la derrota militar argentina, queda en nuestra sociedad la enseñanza y certeza de saber que el único camino para recuperar lo que nos pertenece no puede ser otro que el de la paz, por los caminos diplomáticos correspondientes, mediante políticas de estado coherentes, y que no vendan “humo” a los kelpers y a la comunidad internacional, según los intereses del gobierno de turno"

DESMALVINIZACIÓN... 

"Compartir estas líneas, las vivencias de nuestro viaje, y confraternizar con veteranos de guerra, nos impone la obligación de dejar un mensaje final: no fueron “pobres chicos de 18 años”, no “corrieron” frente el enemigo, la guerra no fue solo “la locura de un borracho”, -latiguillos de la desmalvinización que tanto daño hace a los combatientes, y que se resume en la descalificación y el ninguneo de la causa y de sus protagonistas- sino que fueron verdaderos hombres, que tuvieron una responsabilidad y actuación de ribetes épicos, y que para ellos, los verdaderos protagonistas (soldados, oficiales y suboficiales que “dieron la cara” –hubo de los otros también por supuesto-) fue una experiencia única, convencidos de la justicia de defender a su país, que merecen el reconocimiento y respeto de todos nosotros" concluye en su nombre y el de su hermano. 

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