La investigación -con intervención del Ministerio Público Fiscal de la localidad de General Acha, a cargo de Juan Bautista Mendez – se inició el pasado 23 de mayo cuando un productor denunció en la comisaría de Bernasconi el faltante de 34 novillitos. El hombre encerró ese día los animales para vacunar y en el recuento detectó el faltante de esos vacunos.

A partir de ahí, se logró establecer que 12 novillos habían sido vendidos el mismo día de la denuncia a un feedlot de la localidad bonaerense de Saladillo, mientras que otros 12 novillos habían sido vendidos el día 13 de mayo a un feedlot de la localidad de Guaminí, provincia de Buenos Aires. Ambas transacciones comerciales se realizaron en una firma feriera de la localidad de General Acha.

Luego, una comisión policial -a cargo del comisario Roberto Rundau, con personal policial de Bernasconi y Abramo- realizó un allanamiento en un feedlot de Guaminí, donde se estableció que esa firma bonaerense se había bajado de la compara de los doce novillos ya que no había podido completar la jaula.

 En el transcurso de la investigación se supo, a través de la firma feriera de Acha, que los 12 animales comercializados el día 13 de mayo habían sido comprados por un agropecuario de la localidad de Miguel Riglos, de buena fe. Con las guías correspondientes, los trasladó a su campo, que luego fue allanado. Allí se secuestraron los novillitos, que fueron reconocidos por el damnificado, previo a efectuarse verificaciones de las marcas y señales como así también de las caravanas.

"Todavía resta encontrar el destino de otros 10 animales del total denunciado por el productor damnificado", explicó Rundau a Diario Textual.

Gentileza: Diario Textual