Controladores aéreos retoman medidas y confirman paros durante las vacaciones de invierno
Luego de haber acatado dos suspensiones previas —una por objeciones del Ministerio de Transporte y otra por el dictado de conciliación obligatoria—, el gremio de los controladores aéreos nucleados en ATEPSA anunció que retomará medidas gremiales, tras vencerse el plazo legal sin que haya existido ninguna propuesta de mejora salarial.
SANTA ROSA | La protesta se profundiza y coincidirá con fechas clave de las vacaciones de invierno, previstas en La Pampa del 14 al 25 de julio. El cronograma confirmado por el gremio incluye paros los días viernes 11, sábado 12, domingo 13, martes 15, viernes 18, domingo 20, jueves 24, viernes 25 y domingo 27. En esas jornadas se limitarán los despegues y autorizaciones en tierra, lo que podría derivar en cancelaciones y reprogramaciones, afectando particularmente al aeropuerto de Santa Rosa, que podría quedar virtualmente paralizado.
Las restricciones previstas incluyen la suspensión del despacho de vuelos, la transmisión de planes de vuelo y la coordinación de movimientos en plataforma, salvo para operaciones sanitarias, humanitarias o de emergencia, que estarán garantizadas.
Desde ATEPSA denuncian que llevan nueve meses sin aumento salarial y que el acuerdo firmado en la paritaria anterior nunca fue pagado, a pesar de estar judicializado. Afirman que en ninguna de las reuniones con Transporte, ANAC y EANA se presentó una oferta ni se designó personal con poder de decisión, dejando sin sentido todo el proceso de diálogo formal.
La primera suspensión del plan de lucha ocurrió tras un aviso del Ministerio de Transporte que objetó el cronograma de medidas, a pesar de que el mismo respetaba todos los parámetros de prestación mínima del servicio esencial, sin afectar aeronaves en vuelo, operaciones críticas ni horarios pico.
Una vez vencida la conciliación obligatoria, los organismos estatales volvieron a rechazar cualquier medida gremial, alegando esta vez “cuestiones de seguridad operacional”, una expresión que —según ATEPSA— se ha convertido en una “muletilla vacía” usada para deslegitimar reclamos sin ofrecer soluciones.
El gremio advierte que podrían enfrentar despidos, sanciones u operaciones mediáticas para desacreditar su reclamo, pero sostienen que la situación es insostenible: no hay recomposición, no se cumple lo firmado y no existe negociación real.
“Todo el sector está al límite. No es un capricho: venimos denunciando esta parálisis desde hace meses, pero el Gobierno decidió mirar para otro lado. Ahora tomamos esta decisión con total responsabilidad, protegiendo los servicios esenciales pero visibilizando el conflicto”, señalaron desde la conducción del sindicato.