Pidieron 12 años de cárcel para el cura Pernini

Judiciales 21 de diciembre de 2021 Por INFOTEC 4.0
La audiencia en la que se fijará la pena del cura condenado por abuso sexual comenzó este martes a las 9 horas. Puede variar el castigo de 8 a 20 años. La Fiscalía pidió 12, la querella 15 y la defensa el mínimo legal.
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La audiencia para la fijación de pena del cura Hugo Pernini se realiza este martes desde las 9 horas. El delito por el que fue condenado Pernini -abuso sexual simple, gravemente ultrajante y con acceso carnal, agravados todos por ser el autor ministro de un culto religioso- prevé penas que van de 8 a 20 años de prisión.

Hace dos semanas Pernini fue declarado culpable de abuso sexual simple, gravemente ultrajante y doblemente agravado por ser el autor ministro de un culto religioso reconocido, mediando abuso coactivo  e intimidatorio en un relación de autoridad y poder, como delito continuado. La víctima es un joven de 17 años al momento de los hechos.

El juez Gastón Boulenaz determinó la prisión domiciliaria del sacerdote.

La audiencia para la imposición de la pena se hace por separado. Ello es así porque la defensa, ejercida por la abogada particular Vanessa Ranocchia Ongaro, había requerido que el proceso se desarrollara como un juicio de cesura; es decir que el debate sea dividido en dos partes. Ese procedimiento es posible cuando, en teoría, la pena máxima supera los seis años de prisión.

Con las pruebas reunidas durante el juicio oral, Boulenaz descartó la inocencia del sacerdote. Por el contrario, afirmó que los abusos ocurrieron, tal cual había sido la teoría del caso del fiscal Walter Martos.

El juez señaló que Pernini “abusó sexualmente mediante tocamientos, sexo anal y oral” al joven de 17 años (ya había cumplido 18 cuando los abusos concluyeron), agregando que ello ocurrió entre mayo y diciembre de 2007 “dentro del predio de la Iglesia Nuestra Señora de Luján, sita López de Vega y Leguizamón, en Santa Rosa; más precisamente en los departamentos en los cuales residía el imputado, por ser el sacerdote a cargo de dicha iglesia”.

El magistrado detalló que “allí existieron múltiples episodios, siendo el primero en el departamento de huéspedes, ubicado frente a la casa parroquial (…) Con posterioridad, los abusos ocurrieron casi a diario”.

“Este tipo de abusos fueron reiterados –incluso uno de ellos en la ciudad de Buenos Aires– hasta el mes de julio de 2007, para luego continuar bajo la modalidad de tocamientos –tal como lo ocurrido a fines de diciembre de ese año–; momento en el que se presentaba el pesebre viviente”, indicó Boulenaz.

Con relación a la prescripción, la defensa de Pernini había sostenido que el último acto en contra de la víctima habría ocurrido el 9 de julio de 2007 y, por lo tanto, al momento de la denuncia la acción penal ya estaba prescripta porque había pasado el plazo máximo de 12 años.

El tribunal, por el contrario, afirmó que los “los delitos fueron perpetrados de forma continuada” y, por esa razón, la prescripción había que analizar en función del artículo 63 del Código Penal. En tal sentido, indicó que la cesación de los delitos se produjo el fin de semana anterior a la Navidad de 2007, con el llamado a prestación declaración de imputado, el 6 de diciembre de 2019, se interrumpió el término de la prescripción.​

El juicio comenzó el 9 de noviembre. El denunciante, Agustín (nombre ficticio para resguardar su identidad real), habló durante la primera jornada. El segundo día declaró Pernini, y luego desfilaron testigos de las partes junto a los peritos. El jueves 18, los obispos Mario Poli y Raúl Martín entregaron una declaración por escrito.

Los hechos habrían ocurrido entre mayo de 2007 y marzo de 2008 en las instalaciones de una parroquia de Santa Rosa cuando la víctima tenía 17 años.

Pernini tiene 63 años y, si bien se abstuvo de declarar el primer día, en la segunda jornada rompió el silencio.

El denunciante y querellante, Agustín, recordó -durante su testimonio- que los hechos ocurrieron durante un período de dos años, y que recién estuvo en condiciones de hacer una denuncia penal doce años después. Explicó que lo hizo para que "a nadie más le pase lo que me pasó a mí, porque generalmente el que abusa lo sigue haciendo". "Verdad, justicia y sanación fueron las tres palabras que me llevaron a hacer la denuncia", sostuvo.

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