Condenaron un motochorro de 18 años por dos robos




Lo condenaron por dos hechos y además lo declararon culpable de otro hecho cuando tenía 17 años.

A su vez, declaró la autoría y responsabilidad penal de un menor –al momento del hecho tenía 17, pero hoy ya cumplió 18–, en orden al robo doblemente agravado por haber sido cometido con arma cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada y por haber sido cometido en poblado y en banda.
Este último episodio se produjo el 6 de noviembre del año pasado, al mediodía, en un inmueble de la calle Emilio Zola. Un hombre de 27 años había acordado previamente con Gallardo, a través de una red social, la compraventa de una moto. Cuando la víctima y su cuñado llegaron al lugar, se encontraron con el menor y una tercera persona que no pudo ser identificada. En ese contexto, ambos fueron agredidos, el menor les apuntó con un arma y les terminaron sustrayendo una moto Honda Wave, su tarjeta verde, una billetera que contenía dinero y un celular.
Los otros ilícitos cometidos por Gallardo ocurrieron poco antes, el 25 de octubre. Ese martes a primera hora, el acusado –junto a una persona no identificada– le sustrajo a una mujer, en Provincialista y Castro, una cartera con documentación personal, tarjetas de débito y crédito, llaves y un celular. Ambos circulaban en una motocicleta.
En esa misma jornada, pero a la tarde, Gallardo –nuevamente con un hombre que no fue identificado– le robaron a otra mujer una billetera que contenía documentación, dinero, tarjetas y un celular. Ello ocurrió en la calle Lasalle cuando la damnificada bajaba de su vehículo y uno de los agresores se acercó a consultarla por una calle. Luego los dos escaparon en una moto.
El abreviado había sido convenido entre el fiscal Facundo Bon Dergham, los defensores Gastón Gómez (particular) y Juan José Hermúa (público) y ambos imputados.
En el caso de Gallardo, como tenía antecedentes, se le revocó el beneficio de la libertad condicional que se le había otorgado a fines de septiembre y se le unificó la pena con otra anterior en una pena única de tres años y seis meses de prisión efectivos. También se mantuvo firme la prisión preventiva hasta que el fallo quede firme.
Por último, Besi le impuso al menor una restricción de acercamiento y contacto con las víctimas y sus domicilios.

