Allí, el dueño de casa, requirió  la colaboración de los Bomberos debido a que en ese sector de su vivienda con puerta al exterior, se había alojado un gato que padecía de una lesión en su cadera y patas traseras y le imposibilitaba moverse.

El dueño de casa intentó sacar al felino, pero el mismo se resistía intentando atacar. El espacio pequeño y el animal enojado probablemente por el dolor que le producía la lesión hacian difícil la tarea. El primer intento fue con una manta que el infortunado gatito  se sacó de encima demostrando que su estado de ánimo no era el mejor. El segundo intento fue realizado con una soga con intenciones de aprisionarlo y poder sacarlo suavemente, pero  el animal al querer defenderse con sus uñas quedo agarrado de la soga y así el bombero puso sacarlo hacia el exterior.

Rapidamente fue asistido, entregado a su dueño para ser llevado a una veterinaria local.