Con las pruebas reunidas durante la investigación fiscal preparatoria, se dio por probado que el 31 de julio pasado, estando en la vivienda de la víctima, Wagner “acometió y atacó con un cuchillo a su expareja con la intención de quitarle la vida, resultado que no consiguió por causas ajenas a su voluntad”.

No obstante, le produjo lesiones punzo cortantes de hasta 20 milímetros de longitud y 30 de profundidad, en la zona dorsal izquierda baja, en el brazo izquierdo y en la pared abdominal. El agresor recién cesó en su ataque y huyó del lugar cuando vio que era inminente la intervención de un hijo de la mujer; a quien ella comenzó a llamar a los gritos para que la auxiliara.

Olié, que dictó la sentencia en forma oral, señaló que entre los elementos probatorios tuvo en cuenta los testimonios de la damnificada y su hijo –los cuales escuchó previamente al dictado de la sentencia– y también la historia clínica de la víctima y los respectivos informes médicos.

Otras pruebas que reunió la fiscalía fueron el secuestro de las ropas que llevaban puestas el agresor y su expareja, un boleto de la empresa Nueva Chevallier S.A., un cuchillo de alpaca y dos celulares.

Olié dijo además, durante la audiencia en la que dictó el fallo, que habló con Wagner y que este “me manifestó con clara voluntad y discernimiento la aceptación de su responsabilidad penal”. También dialogó con la víctima, quien le manifestó “incertidumbre e inquietud por el tiempo de cumplimiento efectivo de la pena”, a lo que él le explicó la normativa legal al respecto.

Finalmente, como las partes renunciaron a los plazos procesales para recurrir la sentencia, ella ya quedó firme y el magistrado la remitió al Juzgado de Ejecución Penal para que se cumpla inmediatamente.