Fue en la noche del jueves, cuando los hinchas del club Alvear Fútbol de Intendente Alvear se aprestaban a celebrar por las calles del pueblo, el centenario de la fundación de la entidad.

La organización de la caravana había sido suspendida por los directivos, tras una comunicación con autoridades policiales que les recordaron la prohibición que persiste por la pandemia.

Para la celebración, el club “bañó” de azul –su color distintivo y el que le da el apelativo a la divisa-, el frente de la sede de Alvear FBC y otros edificios y monumentos de la localidad, que por varias horas lucieron relucientes del color que los hinchas llevan en el corazón.

Precisamente algunos de esos fanáticos no escucharon el pedido de los directivos y de un modo menos organizado y tal vez menos numeroso, salieron por las calles a manifestarse en las últimas horas de la tarde del jueves.

Entre ellos, el conductor de una camioneta Toyota Hilux que portaba un sistema de audio y que en un momento determinado pretendió arrojar una bomba de estruendo hacia afuera, hacia la calle.

No se sabe por qué causa, pero lo cierto es que el artefacto pirotécnico cayó adentro del habitáculo y el joven, de unos 29 años, sólo pudo apartarlo de su lado y deslizarlo hacia el lado del acompañante, donde hizo explosión.

Cuentan informantes oficiosos que la fuerza de la energía liberada destrozó el parabrisas y otros vidrios del vehículo e incluso le hizo estallar los air bags, aunque pese al enorme susto, el conductor salió muy aturdido, pero ileso.

Como ese estado de aturdimiento persistía el viernes, sus familiares trasladaron al joven a un centro médico de General Pico, donde se le efectuaron estudios para corroborar su estado, pero según relataron las fuentes policiales, se habría confirmado que no sufrió lesiones.

Maraco Digital