Como no podía ser de otra manera nos sentamos en el patio de su casa, con el fondo de uno de los cuatro Fiat 600 que la familia posee, para charlar cómodamente.

Repasando su rica historia nos cuenta sobre su llegada a Realicó allá por el año 1964 de la mano de Celestino Fernández, su trabajo en la sucursal de su agencia de tractores Fiat, luego llegarían los autos y ahí gracias a su amistad con los hijos del empresario, llegó a esta ciudad comenzando desde abajo, primero limpiando, luego de ayudante y finalmente mecánico.

Una vida de sacrificio, al principio vivía en la parte superior de la agencia, de lunes a viernes y los fines de semana se volvía a Pico, luego llegaría la posibilidad de instalarse definitivamente el Realicó, y más tarde la posibilidad de tener su propio taller mecánico en la calle 2 de Marzo.

Allí parecen los recuerdos de su amor por los Fiat 600, las primeras carreras, los triunfos, muchas carreras disputadas en General Pico, intercaladas con las carreras en moto que por aquel entonces eran muy importantes en la región.

Luego aparece un dato poco conocido, su esposa Alcira también corrió, en este caso una carrera de regularidad y ganó!!!, corriendo como acompañante Marta Aimaretto, al tiempo que con orgullo nos cuenta que posee "un reconocimiento a la fiel seguidora de las carreras de Fiat 600".

Pero no solo de 600 vive el hombre!!!, aquí "Tito" recuerda que también corrió de acompañante en la coupé Fiat 1500 con Rubén Fernández, "hasta en Mendoza ganamos" destaca.

La frase

"El piloto ahora se sienta y corre, nada más, no sabe si falla una bujía, si falla otra cosa, los pilotos ahora son solo pilotos".

Mirá la imperdible nota en video con "Tito" y Alcira Oddone!!!