Julio Ermindo Quiñonez y María Cristina Ramos están juntos desde hace más de una década y media. Meses atrás decidieron que era momento de formalizar su unión en el juzgado y ante los ojos de “Tata Dios”, por lo que se comprometieron y ayer concretaron su anhelo. Si bien ya el hecho de que se casen a algunos les llama la atención, en una época donde los divorcios y los concubinatos proliferan, en este caso lo más atractivo fue el vestuario y la forma que eligieron para llegar hasta la parroquia de calle 18 entre 9 y 11, todo con la tradición a flor de piel.

“Lo veníamos pensando hace mucho tiempo. Ya el año pasado hicimos algo similar, con una cabalgata para el compromiso, así que este año decidimos hacerlo así y se nos pudo dar gracias a todas las autoridades y las agrupaciones gauchas que nos siguen”, comentó el novio.

“Estoy completamente orgulloso de esto”, expresó sin dudar el vecino, quien sobre su fiel caballo encabezó junto al padrino de la boda la columna de tradicionalistas que partió desde la Sociedad Rural de General Pico, recorrió por calle 21 hasta la Avenida San Martín, luego retomó por la 19 y bajó por la 18 hasta llegar a la iglesia.

Sostuvo el entrevistado que se si hubieran puesto ropa común y hubieran llegado en auto “no hubiera sido lo mismo, porque me crié de esta manera, yo a esta pilcha la respeto, el caballo es una deporte más allá de la jineteada. Vestimos así sin que la gente nos mire de otra manera, es la pilcha que sentimos usar, somos felices así y orgullosos”.

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Sobre su relación con María Cristian, contó que “hace 16 años que estamos juntos y ya hace un par de años que veníamos pensándolo, el año pasado se nos dio el compromiso y ahora esto, porque organizarlo no es tan fácil. Éramos ya marido y mujer, pero nos faltaba formalizarlo en el papel”.

Gentileza de los medios piquenses Infopico y en Boca de Todos.