El presidente de la comisión de fomento de Loventué, Oscar Hugo Martínez, quedó denunciado por una presunta estafa porque no devolvió un préstamo millonario que le hicieron futbolistas de primera división.

El jefe comunal, según la acusación formalizada ante el Tribunal de Cuentas y ante la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, les pidió ese dinero para concretar la obra del salón de usos múltiples. Pero nunca devolvió la plata.

Los futbolistas involucrados son Jonathan Fabbro, Nicolás Gianni, Carlos Marinelli, Diego Ceballos y Cristian Menéndez (ver aparte más datos). Todos tienen como representante a Sebastián Daniel Borrás Cedrún, quien fue el contacto que generó la posibilidad del préstamo.

A modo de “garantía”, Martínez firmó un cheque por 2.600.000, pero no lo hizo personalmente, sino en nombre de la comisión de fomento. Cumplido el plazo (en junio de 2018), ese documento no pudo cobrarse por un defecto de forma: quien aparece con sello y firma como secretaria tesorera, Viviana Echeveste, ya no ocupaba el cargo.

La historia comenzó así, en el año 2016: Martínez se contactó con Borrás Cedrún sacando provecho de la amistad con el tío del representante. Ese vínculo propició el préstamo: cada futbolista puso unos 20.000 dólares, de manera legal y blanqueada.

Además de los afectados directos, otro futbolista -el más conocido- zafó: fue el único que cobró el monto que puso.

En la denuncia que formalizó, el representante de futbolistas Sebastián Borrás hasta comentó que el jefe comunal de Loventué Oscar Martínez lo invitó a la inauguración del salón de usos múltiples.

La historia

La presentación de Borrás ante el Poder Judicial acusa a Martínez por el delito de defraudación y/o estafa. En ella cuenta la relación de varios años que Martínez tenía con su tío, el abogado José Bibiana Cedrún Gutiérrez. Eran amigos.

A partir de esa amistad, el jefe comunal le pidió a Cedrún Gutiérrez que le consiguiera ese monto millonario en forma de préstamo. El abogado acudió a su sobrino, sabiendo que entre los futbolistas que representa podían reunir alguna cifra aproximada.

Así ocurrió: el representante de futbolistas profesionales gestionó un préstamo legal “para la construcción, ampliación y remodelación de un predio, un salón de usos múltiples que dispone de varias piletas, parrillas, salón de fiestas y demás”.

Borrás intervino ante Fabbro -representado por su hermano Pablo Fabbro-, Marinelli, Ceballos y Cristian Menéndez. Llegaron a prestarle, dice, $2.600.000. El jefe comunal garantizó la devolución mediante la entrega de un cheque del Banco de La Pampa, número 46103382, con fecha de pago 14 de junio de 2018.

Cuando se presentó para el cobro, fue rechazado por un “defecto formal”: la secretaria Viviana Echeveste, que es una de las firmantes, renunció al cargo que detentaba. Eso inhabilita su firma para un trámite de este tipo.

Para que se corrija ese defecto, se intimó a la comuna a través de una carta documento el pasado 29 de mayo. Fue recepcionada y no hubo respuesta alguna, según revela en su presentación el denunciante.

A partir del rechazo del cheque, se efectuaron las intimaciones de pago a todos los responsables (la comisión, el gobierno de La Pampa, el Banco de La Pampa).

“No tuvo intención de devolver el dinero”

En la presentación que hizo ante los distintos organismos de control, el denunciante Sebastián Borrás considera que “la verdadera intención del funcionario comunal y su secretaria, ha sido no devolver el dinero”.

Acusa así al presidente de la comisión de fomento Oscar Martínez y a su secretaria tesorera.

Señala que “desde su percepción, tolerando todos los embates realizados mediante las intimaciones de las cartas documento, en la absoluta creencia y convicción de que conforme la amistad existente entre los denunciados y mi tío, lo llegaríamos jamás a estas instancias, a la que por otra parte se arriba ante la total ausencia y silencio”.

También comenta que “arribé a la entrega de este dinero en la total y absoluta seguridad que la suscripción de un cheque oficial por el jefe de una comuna y su secretaria, me ofrecían la garantía moral que necesitaba transmitir a mis clientes (los jugadores de fútbol) y que siendo como es la comuna de Loventué un ente gubernamental no autónomo y que depende del gobierno provincial, promoveré por la vía pertinente todas las acciones judiciales a las que pueda arribar para que se me restituya el dinero prestado”.

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