Medicina Por: InfoTec 4.0 06 de julio de 2020

CONSECUENCIAS GRAVES DE LA HIPERTENSIÓN ATERIAL

La disección aórtica es relativamente poco frecuente. Por lo general, les ocurre a los hombres de entre 60 y 70 años. Los síntomas de la disección aórtica pueden ser similares a los de otras enfermedades, lo que suele retrasar el diagnóstico. Sin embargo, cuando la disección aórtica se detecta en forma temprana y se trata de inmediato, las posibilidades de sobrevivir mejoran mucho.


Dr. Jorge Rigutto. Cirujano Cardiovascular. Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Sanatorio Santa Rosa.

Egresado de la Universidad Nacional de Córdoba. Especializado en la UAB - The University of Alabama at Birmingham Birmingham (Alabama), y Instituto do Coração/Incor - Universidade de São Paulo, Brasil.  


Disección Aórtica

Las disecciones de aorta se clasifican en dos tipos: A o B.

En el primero de los casos, la disección aguda de aorta Tipo A, nace en la raíz de la aorta, es decir dónde nace la arteria en el corazón, se extienden hacia todo el recorrido de la misma: aorta torácica descendente, aorta descendente, aorta abdominal, y obviamente la aorta ascendente que está dentro del pericardio. Ese tipo de patología se trata exclusivamente con operación a cielo abierto. 

Tipo B: Este tipo implica un desgarro únicamente en la aorta inferior o descendente, el cual también se puede extender hasta el abdomen.

Síntomas
Los síntomas de la disección aórtica pueden ser similares a aquellos de otros problemas del corazón, como un ataque cardíaco. Los signos y síntomas típicos comprenden los siguientes:

• Dolor intenso y repentino de pecho o de la zona superior de la espalda, que se describen con frecuencia como una sensación lacerante, desgarrante o cizallante que se extiende hacia el cuello o la espalda
• Dolor abdominal intenso y repentino
• Pérdida del conocimiento
• Falta de aire
• Dificultad repentina para hablar, pérdida de visión, debilidad o parálisis de un lado del cuerpo, que se asemejan a las de un accidente cerebrovascular
• Pulso débil en un brazo o en un muslo en comparación con el otro
• Dolor de pierna
• Dificultad para caminar
• Parálisis en las piernas

Para el abordaje de este tema, pondremos de ejemplo el caso de un paciente de cuarenta y siete años de edad, hipertenso crónico, es decir con hipertensión arterial sistémica de larga data no controlada. 
En un un cuadro de crisis hipertensiva, el paciente sufre un dolor agudo interescapular intenso en la espalda, con brusca caída de la presión arterial, sudoración, hipotensión, y vuelta a subir de presión. Es decir, un efecto rebote.

Llegó a la guardia del sanatorio, en donde se le tomó el pulso, y se constató que dichas pulsaciones son de diferente intensidad en el brazo izquierdo que en el brazo derecho. Sumado al cuadro clínico que presentaba el enfermo como lo relaté anteriormente, y a la presión arterial que era de 180/100 en ese momento, se sospechó (por la edad) de que se trataba de un cuadro de disección aguda de aorta. Fundamentalmente por la diferencia en los pulsos de los dos brazos.

La disección aguda de aorta, es una enfermedad -como su nombre lo indica-, que se produce porque se rompe la capa íntima de la arteria aorta, y la sangre empieza a circular entre la capa íntima y la capa media del vaso. Por lo tanto, en su recorrido va rompiendo toda la arteria aorta y llevándose por delante todas las otras arterias colaterales, que salen de la misma. Es decir, arterias renales, arteria digestiva, del abdomen, etc.

Este era un cuadro gravísimo, que requería tratamiento de urgencia, ya sea endovascular, o por cirugía a cielo abierto. 



La imágen corresponden a la angiotomografía, y no hace falta tener ningún tipo de conocimiento, para darse cuenta con ese trazo negro en diferentes proyecciones, que marca el sector de la aorta que está roto en forma longitudinal y en forma transversal. Claramente se ve en ese trazo negro que la sangre circula por las dos. Por la falsa luz que ha creado la rotura de la aorta. Una cantidad importante de sangre circula por afuera, y otra cantidad importante de sangre circula por la luz verdadera del vaso.

Se ve claramente en la angiotomografía. Esas imágenes son impactantes y muy fáciles de interpretar para darse cuenta de la enfermedad.

Las imágenes posteriores corresponden ya a la cirugía de ese paciente, con la aorta con cambio coloración. Dilatada, porque ese no es el tamaño normal. 


Las fotos, siguientes a la angiotomografía que se le realizó al paciente, muestran el aspecto antes de operar la aorta y de reemplazarla. En donde está toda marmolada y azulada, en ese sector, es precisamente el sitio de rotura. Y está a punto de romperse la aorta, lo que hubiera significado la muerte del paciente.

La última imágene es después que el paciente fue operado, y le fue reemplazada toda la aorta ascendente por una prótesis vascular de Dacron colagenada, qué hace las funciones de aorta. La misma restablece el flujo verdadero, a una sola luz de la arteria, al reemplazar este segmento, en donde nace la disección.