El siniestro se originó en un sector del campo que no es laboreado por ser bajo y proclive a las inundaciones, por ende allí proliferan las malezas que en esta época y debido a las heladas están totalmente secas. El siniestro llamativamente se inició en un predio situado unos 8 kilómetros al este de Realicó y unos 1000 metros hacia el norte de la ruta nacional 188, a la vera de un camino de la red terciaria de bajo tránsito vehicular.

Allí por motivos desconocidos se inició el fuego que consumió unos 200 metros de alambrado, y amenazó con extenderse a un campo vecino impulsado por el persistente viento del sector noreste que empujaba las llamas a través del follaje.

La primera unidad en llegar fue el equipo de ataque rápido para forestales, a bordo de una Ford Duty, requiriéndose luego mayor cantidad de agua para controlar la situación para lo cual se despachó el camión equipado para incendios de este tipo con una segunda dotación que en minutos llegó a lugar, controlando la situación y dejando la zona asegurada, ante el riesgo de posibles reencendidos.