La niña estaba jugando en la vereda del tapial perimetral de la cancha del Club Cochicó, frente a la casa de un familiar. Cuando cruzó la calle, fue embestida por una moto. Quedó tendida en la cinta asfáltica de la calle 26, entre 19 y 21. Las heridas le provocaron muerte cerebral.

La moto, con un conductor y acompañante, siguió la marcha y, a los pocos metros, disminuyó la velocidad para sortear un badén en la esquina de la calle 19 y luego aceleró el doble, ya que un vecino que pasaba por el lugar comenzó a seguirlo en su camioneta para que detuvieran la marcha.

“La moto no solo no se detuvo luego de atropellar a la niña, sino que aceleró el doble para fugarse y escapar del lugar. Un vecino dejó constancia en la comisaría local que siguió la moto con su camioneta por la calle 26, de oeste a este, pero que luego de doblar unas cuadras perdió de vista el rodado”, expresó a InfoHuella una fuente ligada a la investigación.

La menor fue levantada del asfalto por un familiar y llevada al Hospital local en auto por un vecino que pasaba por el lugar.

SOLO INTENTÉ DETENER LA MOTO

Marcelo Mazzuchi es el vecino que pasó junto a su esposa por el lugar en una Chevrolet s-10. Nunca olvidará el cuadro que le tocó vivir.

“Era domingo e iba paseando con mi esposa cuando veo que una chica intenta frenar una moto. La moto logra zafar de los manotazos de la joven y dispara por la calle 26. Lo primero que pensé es que era una pelea de novios, hasta que mi esposa ve a media cuadra la niña tirada en el asfalto. Ahí me doy cuenta que la habían atropellado. La que tiró manotazos para agarrarlos a la pasada, era la mamá de la niña, quien me pide que los trate de parar, para identificarlos”, expresó Marcelo.

 EL PEDIDO DE LA MADRE

“Desesperada, la madre me pide que detenga la moto, para identificar a los chicos que acababan de atropellar a su hija”, cuenta Marcelo a InfoHuella.

MOTO NEGRA

“A lo único que atiné fue a seguir la moto, iban dos pibes, era una moto negra.  La corrí unas cuadras con mi camioneta, pero luego se me perdió. Solo intenté detener la moto. Desistí de seguirlos y fui al hospital, ahí me encuentro con que la nenita estaba grave”, sostiene Marcelo.

Por último, Mazzuchi sostuvo que “tanto mi esposa como yo estamos destruidos, no me imaginaba este triste final para la niña”, finalizó.