ERROR O INTENCIONALIDAD? EL MENSAJE DE ALBERTO FERNÁNDEZ SOBRE LA CUARENTENA SEGÚN LOS ANALISTAS

Nacionales 28 de abril de 2020 Por InfoTec 4.0
La extensión de la cuarentena fue anunciada por Alberto Fernández el pasado sábado mediante un mensaje grabado desde la Quinta de Olivos. No quedó claro hasta qué fecha se extendería la cuarentena ni quiénes ni cuándo podrían salir con fines de esparcimiento.
alberto fernandez pizarra

El anuncio de Alberto Fernández del sábado pasado envió mensajes contradictorios. Generó dudas en la población y motivó fricciones con los gobernadores. Qué dicen los analistas?.

El lunes, el propio presidente reconoció que se olvidó de anunciar que dependería de cada gobernador habilitar las nuevas flexibilizaciones de la cuarentena. En el medio esto generó un ruido político entre el Presidente y los mandatarios provinciales. Si bien se habían mostrado alineados más allá del color político desde el inicio de la pandemia, esta jugada provocó rispideces. El domingo, de hecho, los mandatarios de los cuatro distritos más poblados aclararon que no habilitarían las salidas recreativas.

¿Se trató de un error de comunicación? ¿O fue buscado por el Gobierno? La especialista en comunicación política Adriana Amado advierte en primer lugar que no lo llamaría una conferencia de presa, ya que no hubo lugar a preguntas, lo que hubiera resultado útil, y explica que “si hubiera habido una persona que preguntara, no se habrían olvidado de explicar lo de los 500 metros”.

En este sentido, la presidenta de Infociudadana opina que “un presidente no está para dar clases sino para rendir cuentas”.
Además, esa actitud pedagógica refuerza la asimetría de poder que existe con la población. “Menos del 7% tiene educación universitaria en la Argentina. Esa narrativa de PowerPoint es ajena a la inmensa mayoría del país”, agrega. Por eso, remarca que si se hubieran hecho preguntas “se equiparaba la asimetría de poder”.
Según su visión, el mensaje presidencial estuvo dirigido a una élite. Lo cual puede ser válido, pero tal vez no inclusivo.

Además, generó mucha confusión en buena parte de la población, que no sabía si podía salir o no. Esta situación genera una paradoja. Que la élite que es destinataria de ese mensaje, según Amado, “considere que ´está comunicando mucho, debería hacerlo menos'. Cuando en realidad tenemos poca información. Los datos son muy dudosos y no se sostienen en un análisis estadístico”.

Por último, señala una cuestión que era un desafío para el discurso, y que radica en que la cuarentena la hacen los sanos, a diferencia de casos anteriores. “Entonces, ¿cómo le explicás a una persona que está sin trabajar y que se tiene que quedar en su casa que está todo bien?" El tono del discurso fue contradictorio. Porque el mensaje fue "está todo bajo control, pero no salgas de tu casa ni abras tu negocio”, sostuvo la analista.

El politólogo Sergio Berensztein, por su parte, advierte que este mensaje fue grabado, a diferencia de los anteriores. Sin embargo, no radicó allí la gran diferencia, sino en que “están quemados y atosigados. No ver la luz al final del túnel lleva a cometer errores”.
El analista, director de la consultora que lleva su nombre, cree que hubo ambigüedad en el discurso oficial, pero más le llama la atención “que el día anterior hubo una conversación de tres horas y media con los gobernadores. Hablaron de todo, pero el presidente no sugirió que iría por ese lado”.

En este sentido, explica Berensztein, los mandatarios provinciales se sorprendieron de que tenían que dar ellos las malas noticias. “Alberto Fernández era el abuelo y los gobernadores los padres, los que tenían que poner los límites”, grafica.

También analiza la cuestión Facundo Cruz, doctor en Ciencia Política y coordinador del Departamento de Gobierno y Relaciones Internacionales de la UADE. Según su visión surgieron dos teorías de lo sucedido el sábado. La primera era que había surgido “una división entre el presidente y los gobernadores, sin importar el color político. Y la segunda, a la que suscribo, es que fue un error de comunicación”.

Una de las cuestiones que propiciaba el error era “este estilo de gestionar la crisis de primero comunicar y después registrar en la norma lo que va a pasar”. Es decir, primero el anuncio y después el DNU. “Las primeras veces salió bien, pero esta vez se cometió un error y no se precisó que la decisión quedaba en los gobernadores”.

En la misma línea agrega que el estilo “todoterreno” de Alberto Fernández, de “estar presente en todas las decisiones”, hace que esté más expuesto y que sume chances de equivocarse.
Igualmente, le baja el tono a lo sucedido y cree que “hubiera sido grave si toda la gente hubiera salido a la calle, pero eso no pasó”. De esta forma, cree que “la ciudadanía se quedó esperando la reglamentación, lo que es positivo para el país”.

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