VÍCTIMA DE UN ABUSADOR, DE LA JUSTICIA, Y DEL ESTIGMA, TERMINO CON SU VIDA PERO ANTES SEMBRÓ VERDAD Y UN GRITO DE LUCHA
Por Jorgelina Rey para InfoTec 4.0
El daño irreparable de un abuso habría sido la marca que a Mariana le arruinó la vida, que llevaba con 17 años, en su ciudad natal de 25 de Mayo (La Pampa), un sábado de abril de 2019 luego de recibir un trago, de "una mano amiga", que le hizo perder el conocimiento, fue subida a una camioneta, abusada y luego dejada inconsciente en el boliche.
El shock de aquel abuso sexual hizo que la muchacha guardara silencio, hasta que encontró la fortaleza para expresar lo que había vivido y así denunciarlo. Sin embargo no hubo resolución de la justicia, peor aún, el entorno, lejos de solidarizarse le hizo bullying y algunos le dieron la espalda.
Las Ramonas, un colectivo feminista, del que forma parte su hermana mayor Belén Orihuela la abrazó y acompañó compartiendo el escrito que plasmó en noviembre del año pasado la joven víctima. Fue la única "justicia" a medias que se hizo mediante escrache social contra el acusado.
En dialogo exclusivo con Belén Orihuela conocimos mucho más de esta historia cruel, que lejos de quedar en el dolor silencioso, grita a los cuatro vientos que "Mariana fue una víctima del descreimiento y de leyes patriarcales".
"Mi hermana no era de salir, pero ese era su último año de secundaria y estaba aprovechando con sus amigas las últimas salidas" contó que esa noche fue con tres chicas al boliche y se encontró con el presunto abusador que era conocido y amigo "habían perdido contacto porque a él se lo llevaron de muy chico a jugar al fútbol a otras ciudades, luego regresó al pueblo y retomaron un contacto superficial" explicó.
Orihuela contó todo lo que Mariana les dijo el año pasado cuando pudo romper sus miedos "esa noche el acusado y un amigo, que lo encubre en todo, se le acercaron con un vaso trago largo, Mariana aceptó y al cabo de unos minutos se empezó a sentir descompuesta, veía las luces distorsionadas al igual que el sonido".
En ese momento pidió ayuda a sus amigas "con el pibe este, la sacan al patio, lamentablemente las amigas sin saber se la entregan, porque le tenían confianza". Mariana contó que él la sacó, la cargó en brazos, la subió a la camioneta, la llevó a un descampado que no reconoció, y ahí perdió la conciencia.
Luego a Mariana la encontraron tirada en el frente del boliche "sus amigas al salir la encontraron, la agarraron, la llevaron a mi casa, vomitó, la ayudaron a bañarse y se acostó a dormir" bajo los efectos de lo que consumió dijo Orihuela.
El relato de Belén da cuenta que por mensajes de texto Mariana le hizo frente al sujeto y él le dio a entender que fue "un chiste" agregó "Mi hermana se encerró en negar, no quería aceptar ni reconocerlo".
Orihuela lamentó que su hermana sufriera discriminación "a Mariana la vi por última vez en diciembre" con la voz quebrada asintió que "el día que el sujeto la violó: la mató, porque a partir de ahí ella cambió mucho, ya no era la misma chica de antes, se deprimió, se hundió, se encerró, tenía pensamientos malos" recordó.
Al ser menor Mariana, fue la mamá quien hizo la denuncia en la comisaría de 25 de Mayo "la fiscal le creyó 100% y por eso se contactó con autoridades de Santa Rosa, que viajaron inmediatamente, le tomaron nuevamente declaraciones y al acusado lo detuvieron por un mes, luego el juez al no tener pruebas, y por falta de ADN lo liberaron".
El mensaje de Belén Orihuela a las mujeres
"Las mujeres que superan, o pueden seguir viviendo después de una violación son mujeres muy fuertes" considera que una violación, un abuso es un tatuaje que se lleva en el alma toda la vida, es imborrable.
Las incentivó a hablar, a denunciar, a no callar "si nosotras empezamos a hablar, si alzamos nuestras voces van a temernos" afirmó.
El 2019 fue un año duro para los Orihuela, el matrimonio conformado por 4 hijos se separa, y Mariana decide estudiar en San Rafael, allí su mamá la acompaña y se radican en esa ciudad.
"Dejamos atrás al pueblo y toda esta olla grande de encubrimientos: hay una red de violadores que se tapan entre ellos, usaban el boliche para drogar y violar chicas, hay muchos casos, muchas chicas se despertaron en el boliche o en el hospital, en el pueblo se sabe todo, nos conocemos todos" denunció con el dolor trasformado en lucha.