Si hay una muestra del cansancio y hartazgo de la población luego de más de 60 días de cuarentena, esta, es una clara señal. Ocurrió en avenida San Martín y Entre Ríos en la localidad de Catriel.

Unos metros antes, había un control de rutina que habitualmente hacen tránsito municipal y policía,   solicitando documentación vehícular y personal.

Después de las 19:00 horas ya no se permite la circulación vehícular ni peatonal por los horarios establecidos en el marco de la emergencia sanitaria COVID-19.

Cuando el personal estaba a punto de levantar el control, aparece una mujer conduciendo un auto Fiat “Siena”. Habría dicho: “vengo de la clínica de llevar una vianda a un enfermo”. Al solicitarle la documentación descubren que no podía circular por la terminación del DNI (ese día se permitían impares), otra falta grave era circular con un menor de edad en asiento delantero. Notifican a la mujer de la falta y le solicitan que concurra a su domicilio de lo contrario debían secuestrarle el auto. (Según el relato de uno de los trabajadores de tránsito), la mujer se retiró ofuscada, supuestamente a su domicilio.

Pero la jornada de los inspectores estaba lejos de terminar tranquila. Cuando levantan el control, y retoman por avenida San Martín rumbo al municipio, notan que la mujer los viene siguiendo a una velocidad considerable. Es así que en la esquina de San Martín y Chubut pierde el control del Fiat y a los pocos metros (San Martín y Entre Ríos) se estrella contra un paredón (foto) provocando importantes daños al vehículo.

La enojada mujer, propinó insultos de todo tipo hacia el personal municipal y policial, se negó a firmar el acta de infracción, la tiró en la calle y se retiró caminando.

El vehículo fue secuestrado y deberá abonar una importante multa, aunque (si lo desea), tiene derecho a realizar un descargo. La conductora no sufrió heridas por el impacto.

C25N - Fotos: Miguel Suárez