COVID-19 : MENOS CONTROLES MÉDICOS DURANTE LA CUARENTENA Y SUS SECUELAS

Medicina 13 de octubre de 2020 Por InfoTec 4.0
Mientras la comunidad médica continúa en plena lucha contra el COVID-19, el cardiólogo de los hospitales Alemán y Argerich revela las estadísticas que ha visto en los últimos meses. Además, Julio Giorgini adelanta que el insomnio ha superado el 60 por ciento en los trabajadores de la salud y que en todo el mundo continúan las investigaciones para determinar cuáles serán las secuelas cardilógicas del Coronavirus. En esta nota, el  director del Consejo de Aspectos Psicosociales de la Sociedad Argentina de Cardiología explica porqué el deporte y la meditación son fundamentales para la salud.
DOCTOR JULIO GIORGINI
Doctor Julio Giorgini

Durante la pandemia de Covid-19, los   profesionales de la salud trabajan en nuevas investigaciones para determinar cuáles son las secuelas del virus. En ese sentido, el doctor Julio Giorgini ((MN 100.308), especialista en cardiología y médico del Hospital Alemán y del Hospital Argerich, explicó que la labor médica ha sido “dificultosa” a lo largo de estos meses y que se contagió de Coronavirus en medio de esas guardias médicas: “Solamente tuve fiebre durante dos días. Después tuve malestares generales diversos. La sensación es que al Coronavirus lo tenés en todo el cuerpo. Un día hay malestar gastrointestinal, otro día dolores de espalda”.

Por otra parte, el también director del Consejo de Aspectos Psicosociales de la Sociedad Argentina de Cardiología y miembro de la Fundación Cardiológica Argentina habló sobre una de las problemáticas que surgieron durante la pandemia relacionada con la gran cantidad de pacientes que han abandonado sus tratamientos médicos :

“Es una dificultad muy complicada para todos los médicos porque no podemos estar detrás de cada paciente. Pero tenemos la constancia de pacientes que abandonan de manera unilateral los tratamientos. Una colega que trabaja en radioterapia me contó que hay pacientes oncológicos que han dejado de ir o suspendieron los turnos de radioterapia. Y no estamos hablando de personas que tienen que ir a cortarse el pelo. No, esa gente tiene cáncer y suspendió el tratamiento de radioterapia que lo ayuda. Entonces el miedo a contagiarse los llevó a suspender un tratamiento contra una enfermedad que ya tienen por miedo a contagiarse de otra: El cáncer ya lo tienen. Ese es el punto. Y el riesgo de que se pueda hacer metástasis existe. Esa es la importancia de concientizar a los pacientes a que vuelvan a retomar sus tratamientos”.

El miedo a contagiarse los llevó a suspender un tratamiento contra una enfermedad que ya tienen por miedo a contagiarse de otra.

-¿Cómo hace ese trabajo con sus propios pacientes?

-A mis pacientes les digo que todos los tratamientos que íbamos a patear para el año que viene, los vamos a empezar a hacer este año. Y la razón es que el Covid va a seguir existiendo. Entonces, eventualmente, podemos hacer los estudios de control que realmente sean necesarios, para que el paciente disminuya su exposición o su tiempo de exposición. Hacerlo ahora o hacerlo en marzo no tiene diferencia porque si no está la vacuna y el virus está circulando, con menos circulación claro, hay que continuar con los tratamientos que correspondan. Y hay que analizar caso por caso.

Hay algunos pacientes no necesitan hacerse un chequeo en este contexto porque sabemos que están bien. Por ejemplo, si a lo largo de los últimos años se hizo 5 ecocardiogramas, son todos normales y no tiene síntomas, se lo puede hacer en 2021. Por eso, este año estamos haciendo los estudios que realmente se necesitan.

-¿Los pacientes que no continuaron con sus tratamientos pueden llegar a ver las consecuencias en un futuro cercano?

-Va a ser interesante ver qué implicancias ha tenido el no hacerse determinados estudios o el famoso chequeo anual para aquellos que lo necesitaban. Y lo que sí estoy viendo es algo a lo que le puse nombre y lo bauticé “colesterol-Covid”. Me gustaría trabajar con la gente de laboratorio sobre ese tema. Es un aumento de entre 15 y 20 por ciento de aumento del colesterol de casi todos los pacientes.

-¿Con qué se relaciona?

-El “Colesterol-Covid” tiene que ver, directamente, con caminar menos y comer más. No hay otra explicación. La mayor parte de los pacientes subieron dos o tres kilos, en España sucedió algo parecido. Y lo que le recomendamos a la gente ahora que viene el calor, y que sabemos que el virus no flota en el aire, es que salgan a caminar, con barbijo y con distancia social.

-¿Han descubierto otras consecuencias en la salud por la pandemia?

-Estamos en una investigación y muchos datos no te puedo dar, pero una de las encuestas es sobre el impacto psico-físico de la pandemia en el personal de salud y hay un 62 por ciento de aumento de insomnio. En consecuencia ha llevado a aumento de peso, falta de descanso, sabemos que la privación de sueño dificulta el descenso de peso y obviamente las cuestiones metábolicas, como el aumento del colesterol y aumento de resistencia insulínica.

La única forma de manejar esto es con actividad física. Entonces, como dije, ahora que viene el calor, caminata con barbijo y distanciamiento físico. Cada uno tiene que adaptarse y mantener un mínimo de actividad física. Y también es súper importante el manejo de la ansiedad. La posibilidad de meditar lo que permite es poner un espacio entre el “tengo ganas de comer y lo que voy a comer. Por ejemplo, si quiero comer galletitas, separo cuatro y no me como todo el paquete. Lo mismo para el que fuma. O el que sufre de insomnio.

Si quiere ver una serie de Netflix, que se ponga un límite. A la una de la mañana corta y se va a dormir. Tiene que ser consciente para no quedarse hasta las cuatro de la mañana porque eso genera una alteración en el ciclo de sueño vigilia que a largo plazo también tiene sus implicancias.

-¿Cómo podemos diferenciar las diferentes secuelas que dejará la pandemia en la salud?

-Una cosa son las secuelas del Coronavirus, para quien lo tuvo. Y otra cosa son las secuelas del aislamiento generado por la pandemia. Las que fueron generadas por el aislamiento vamos a verlas en breve. Por ejemplo, hemos tenido pacientes que han consultado por infartos de manera tardía. Hemos tenido dos pacientes con rotura cardíaca en dos meses y esos casos podía aparecer dos en 20 años. De hecho, uno todavía sigue internado. Estuvo toda una semana con dolor y consultó tardíamente. Esa son consecuencias del aislamiento por no consultar a tiempo, subir de peso o no controlar la presión, entre otras cosas. Y después existen las secuelas del Covid.

-¿Y cuáles son las secuelas que deja el Coronavirus a nivel cardíaco?

-Esas secuelas aún se están investigando en todo el mundo y la realidad es que todavía no sabemos mucho. Las consecuencias cardiológicas de los pacientes que han tenido corononavirus van a llevar más tiempo de investigación. Sabemos que hay más miocarditis. Pero hay miocarditis en todo paciente que tuvo una enfermedad viral moderada o severa. Lo que no sabemos es si esos focos de miocarditis que se ven en las resonancias cardíacas son consecuencias del virus.

En Alemania hicieron una investigación: Le hicieron resonancias cardíacas a 100 pacientes que tuvieron Coronavirus. De esos 100, 70 personas tenían alguno foco de miocarditis. El problema es que los compararon con controles normales y no contra pacientes que sufrieron otros cuadros virales. Porque quizá uno puede ver una miocarditis post gripe.

-¿Y ha visto secuelas en sus pacientes?

-La verdad es que no tenemos idea qué va a pasar con los pacientes post-Coronovirus a nivel cardiológico. Por ejemplo, en el último tiempo he visto a cinco pacientes que me han consultado por palpitaciones y que hasta ahora tuvieron todo normal. Por eso les termine pidiendo que se hicieran una resonancia magnética para determinar qué les está pasando. La semana pasada coordiné un Webinar con el área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología, en la que también soy miembro, y hablamos de las enfermedades cardiovasculares en la mujer y el Covid. Ahí, una de las exponentes es una médica cubana que trabaja en Estados Unidos, especialista en insuficiencia cardíaca, y ella mismo me decía que allá también están en plena investigación. Estamos aprendiendo sobre la marcha. Todavía no sabemos cuáles van a ser las secuelas.

-¿Tampoco se sabe cuánto duran los focos de miocarditis o las palpitaciones?

-Lo que se sabe del Sindrome Post Covid se publicó en el British Medical Journal, el 3 de septiembre, y lo que se vio es que, en general, los síntomas pueden durar hasta 12 semanas. En mi caso particular, el Coronavirus me dejó como una carraspera. Tengo como una molestia en la garganta, como que hay una presencia en la garganta. Hay días en que me pica más y otros menos. Hay que gente que le deja dolores musculares, a otros pinchazos, a otros una sensación de inestabilidad.

Tuve un par de pacientes que me decían: “Me baja la temperatura y me siento horrible”. Es decir, es muy amplia la variedad de síntomas post-Covid. De hecho, le han puesto de nombre “Long-Covid”, en inglés quiere decir “Covid largo”. Como vemos es súper amplia la cantidad de síntomas que pueden tener los pacientes.

Una de las partes de ese artículo del British Medical Journal es muy interesante porque decía que cuando lo síntomas son leves, quizá lo mejor es no darle bolilla, dejarlo ahí y es la única forma de hacer que se vaya de a poco. Si uno le presta mucho atención, siempre nos va a molestar. Como se aconseja en algunos casos de tinnitus. No prestarle atención al zumbido. Sería más o menos lo mismo.

-¿Tampoco se sabe si los síntomas son más graves en quienes se contagian por segunda vez?

-Ninguna investigación pudo determinar si a aquellos que se reinfectan les va igual, mejor o peor. ¿Cuánta inmunidad les queda? Hay un trabajo australiano que dice que queda inmunidad por cuatro meses. ¿Y después qué? Otra cuestión es: ¿Cuánta inmunidad deja la vacuna? ¿Va a haber que dar la vacuna anual porque cambia la cepa, como la gripe? ¿Se saben los efectos adversos a largo plazo? Son todas incógnitas que siguen bajo investigación médica. La realidad es que la normalidad que conocimos hasta marzo de 2020 ya no existe. Tenemos que acostumbrarnos a otro mundo.

Por Matías Ayrala.

Boletín de noticias