Un brutal incendio destruyó en su totalidad una cosechadora que recolectaba soja en un establecimiento rural ubicado en el sur cordobés, trabajaron en el lugar los Bomberos Voluntarios de Realicó.
Un guatrachense perdió la vida en la tarde-noche de ayer al chocar el automóvil en el que viajaba -junto a otras personas- contra una máquina cosechadora en la ruta provincial 24, en el acceso oeste de Guatraché. Otro individuo y dos mujeres se encontraban en grave estado de salud, mientras que dos menores resultaron ilesos en el accidente.
Diego Brus, un productor rural de la zona de Pringles denunció un incendio intencional en su campo de Coronel Pringles y avisó para que “sepan que hay gente así dando vueltas”. Según publico en su Facebook, hace una semana, se encontró con que la cosechadora estaba totalmente incendiada.
El siniestro tuvo lugar en la tarde de ayer en cercanías de Onagoity, en el sur cordobés, cuando un desperfecto mecánico incendió un lote de maíz donde trabajaba una cosechadora.
El incendio se produjo en una cosechadora que trabajaba en un campo lindero a la localidad, abocada a la recolección de un lote de soja, a unos 500 metros de la Escuela hogar.
El hecho ocurrió esta noche y la costosa maquinara quedo reducida a cenizas y fierros retorcidos por efecto del fuego que la consumió en su totalidad.
La máquina se encontraba en un predio rural ubicado al este de Ingeniero Luiggi, en dirección a Embajador Martini, el fuego se dio en un sector de complejo acceso, pero fue controlado con éxito.
El lesionado tiene 19 años y se encontraba realizado tareas en una cosechadora de Maní en un campo cerca de esta localidad. Fue hospitalizado por una fractura expuesta.
El convoy fue secuestrado por carecer de la documentación correspondiente, las maquinarias provenían de la provincia de Santa Fé y llevaban como destino la zona de Rancul.
El siniestro ocurrió en un campo ubicado entre esa localidad y Huinca Renancó, a la altura de la zona de Nazca.
Un dramático accidente se vivió en horas de la tarde del domingo en Balcarce, Buenos Aires, cuando a un operario que había quedado atrapado en la tolva de una cosechadora debieron amputarle las piernas para poder rescatarlo.
Alejandro Bastia, de Ceres, compró una cosechadora usada en 2015 y la reparó con dinero de su bolsillo. Nunca se lo reconocieron y le mandaron el equipo a un remate. Las perspectivas para el sector en el norte del país.